Miles de católicos participaron en desfile por la Virgen del Carmen en Punta Arenas

Miles de católicos participaron en desfile por la Virgen del Carmen en Punta Arenas

Más de 12 mil personas llegaron hasta la plaza principal para asistir al izamiento del pabellón patrio, escuchar el mensaje del pastor diocesano y luego, desfilar ante la imagen de la madre y reina de la nación.

 
Martes 27 de Septiembre de 2011
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Por tercer año consecutivo, el día de oración por Chile se festejó en Punta Arenas con un masivo desfile en honor de la Virgen del Carmen. En el estrado oficial, frente a la intendencia regional y la catedral, al pie de la bandera estaba la imagen que fue especialmente trasladada a la plaza por un cortejo salido a media mañana desde la parroquia San Miguel. Junto a Ella, estaban las autoridades civiles y militares, monseñor Bernardo Bastres F. el anfitrión, e invitados especiales.

Ordenadamente, fueron pasando las delegaciones de las Fuerzas Armadas, organizaciones de voluntariado, instituciones culturales, folklóricas y artísticas vinculadas a la comunidad cristiana, además de las siete comunidades parroquiales de la ciudad, las hermandades y servicios surgidos de la corriente de vida de los santuarios, movimientos apostólicos y, las más numerosas de la jornada: las comunidades educativas eclesiales y aquellas de inspiración católica.

Se calcula que unas 12 mil personas desfilaron y unas 5 mil asistieron como espectadores, aplaudiendo y estimulando el paso de las comunidades. Cada una de éstas, puso a los pies de la Virgen una ofrenda de alimentos no perecibles, símbolo del compromiso eclesial con las canastas navideñas que expresarán el espíritu solidario del pueblo católico de Magallanes empeñado en hacer de Chile una mesa para todos.

En su alocución, Mons. Bastres pidió a la Virgen del Carmen, que nos ayude a “construir una patria donde todos podamos sentarnos a la misma mesa, y podamos compartir el mismo pan de la vida y la esperanza. A esforzarnos para salir de nuestros desencuentros y hacer así de Chile una casa y una mesa para todos. Nuestra Madre común nos insta a construir la unidad que debe estar fundada en el respeto y el amor común. En torno a la mesa podemos mirarnos a los ojos sin recelos, y sin temores. Y en el corazón de la fe, acogemos la Mesa como el símbolo del mundo nuevo al que nos invita el Señor, un anticipo de la Mesa del Reino que pregustamos en cada Eucaristía.”

Fuente: Santuario Jesús Nazareno de Punta Arenas

Punta Arenas, 27-09-2011