Misa Crismal; renovar y bendecir

Misa Crismal; renovar y bendecir

Todos los sacerdotes de la diócesis renuevan sus promesas sacerdotales y bendicen los óleos.

 
Miércoles 23 de Marzo de 2016
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Este miércoles Santo toda la Iglesia diocesana se dio cita en la Capilla Santa Ana, para vivir la tradicional Misa Crismal, donde los sacerdotes de nuestra Iglesia diocesana, delante del obispo Mons. Moisés Atisha, renovaron las promesas que hicieron el día de su ordenación sacerdotal. Además de ello se bendijeron los óleos de los catecúmenos, de los enfermos y además el crisma, que serán utilizados este año.

La capilla Santa Ana desbordó de la compañía de los laicos y laicas que participaron de la celebración y acompañaron a sus sacerdotes en la renovación de sus promesas, donde a cada pregunta del Obispo se escuchó un fuerte y unísono : SÍ, QUIERO, de los sacerdotes presentes. Las preguntas que el obispo hace cada año en esta celebración a os presbíteros son:

¿Queréis unirse más fuertemente a Cristo y configurarse con él, renunciando a ustedes mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptaron con alegría el día de su ordenación para el servicio de la Iglesia?

¿Desean permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios en la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo, cabeza y pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el celo de las almas?

Por otro lado las oleos que se bendicen son utilizados para la administración de los distintos sacramentos, con ellos muchos serán bautizaos, confirmados, ungidos en la enfermedad, etc. Estos son tres: el santo crisma (se llama así porque es el único que se consagra, es decir, se “hace santo”), el óleo de los catecúmenos y el de los enfermos.

El primero es una mezcla muy pura de aceite de oliva y perfume, y los otros dos son sólo aceite (se permite en casos especiales el uso de aceite de otras plantas si no hay de oliva). Cada uno se emplea en momentos sacramentales distintos. Así, el crisma se emplea en el bautismo, la confirmación y el orden sacerdotal y, en la consagración de altares e iglesias. El óleo de los catecúmenos es usado en el camino de los catecúmenos al sacramento del bautismo. Y, por último, como su propio nombre indica, el óleo de los enfermos se utiliza en la Unción.

El Obispo invitó a los sacerdotes a orar por sus fieles y a los fieles a orar por él y por sus sacerdotes, y concluyó la celebración orando especialmente por la vida.

P. Alexander Lobos

Fuente: Comunicaciones Arica
Arica, 23-03-2016