Celebración 50 años del Diaconado Permanente

Celebración 50 años del Diaconado Permanente

En la Diócesis de San Marcos de Arica, Mons. Moisés Atisha celebró junto a sus diáconos y esposas la Eucaristía en Acción de Gracias a Dios por la vida y vocación de sus diáconos al servicio del cuidado pastoral en la Diócesis.

 
Jueves 26 de Octubre de 2017
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En el contexto de la celebración de los cincuenta años de la restauración del Diaconado Permanente en nuestro país, Mons. Moisés Atisha celebró la Eucaristía en Acción de Gracias a Dios, en la Parroquia San Ignacio de Loyola, por el ministerio que generosamente realizan nuestros diáconos junto con sus esposas, en signo de comunión y agradecimiento por su entrega y servicio al cuidado pastoral del pueblo de Dios.

La Eucaristía tuvo como principal signo la comunión entre los hermanos diáconos junto a su Obispo, celebración con sus esposas y agradecimiento a Dios por el don inmerecido que ejercen con generosidad y entrega. Asistiendo los diáconos presentes en nuestra Diócesis, incluso de quienes se encuentran delicados de salud. Se pidió además por los hermanos diáconos que han fallecido y con una muestra de comunión también se pidió por los Obispo que les han acompañado y que fallecieron. Sin duda toda una muestra sencilla y significativa de agradecer a Dios su ministerio en medio del pueblo y comunidad a la cual son destinados. En todo acompañó el P. Federico Soto, encargado de los diáconos.

En su homilía, el Obispo manifestó a sus diáconos que "han sido llamados desde una condición muy singular, desde el matrimonio. Para realizar esta misión, tienen como investidura el sacramento del orden en el grado de diáconos y por la predicación de la Palabra y la celebración litúrgica, encontrando su plenitud en la medida que sean en medio de la sociedad testigos y discípulos creíbles del único Señor Jesús, que ha venido para la salvación de todos". Teniendo presente el Evangelio de Mateo (20, 20-28) propuso poner la mirada en la petición humana que se hace, teniendo presente la respuesta que Jesús les ofrece, haciendo que la afirmación "ustedes beberán mi cáliz" les haga experimentar que se puedan configurar aún más con el Cristo Servidor al cual se identifica su ejercicio ministerial.

Aún más, el Obispo enfatizó en su homilía exhortando a sus diáconos: "el servicio al que son llamados se enmarca en el no ser servido y servir, en dar la vida y en no reservarla. Como ministros de la Iglesia y colaboradores del obispo, son colocados para dar testimonio del amor que Jesús nos comunica, que este criterio les anime, servir desde lo pequeño y oculto de la entrega de los dones y gracias que han recibido. Servir alejando cualquier anhelo de reconocimiento o aplausos, para que como lo contemplamos en la escena de la cruz, un día también nosotros estemos al lado de Jesús dando nuestra vida y escuchando que estaremos esa tarde con él en el reino". Culminó sus palabras agradeciendo a Dios y cada uno de sus diáconos por la vocación al matrimonio y respuesta generosa que han hecho al consagrar sus vidas en esta tarea evangelizadora.

Al término de la celebración, se dio espacio para una cena fraterna los diáconos con sus esposas. Un espacio de hermandad en que se pone de relieve el afecto y cariño que nuestras comunidades tienen por nuestros diáconos.


Fuente: Departamento de Comunicaciones Obispado de Arica
Arica, 26-10-2017