Con una misa presidida por el Obispo de Copiapó, Monseñor Gaspar Quintana, finalizó el sábado pasado el curso “Implementación del nuevo marco curricular de la educación religiosa escolar completa” certificado por la Corporación San Nicolás y la Vicaría para la Educación de la diócesis de Copiapó.

La celebración eucarística, celebrada en la capilla del Liceo Católico, convocó a más de 130 profesores de religión que durante agosto participaron de este curso, con el fin de actualizar sus contenidos y metodologías de enseñanza, así como conocer más a fondo los nuevos planes y programas de educación religiosa.

Formación, un desafío permanente

Durante su homilía, Monseñor Quintana invitó a los profesores a propagar el mensaje de Cristo a la sociedad actual, lo que los llama a mantenerse a la altura de los tiempos. “No se dejen estar- insistió el Obispo-, porque la Iglesia debe estar preparada para las grandes preguntas que plantea la sociedad actual”. Comentando el inicio del capítulo 23 de Mateo, Monseñor Gaspar les pidió humildad y rigurosidad en su tarea docente, para ser y formar discípulos y misioneros de Cristo, y pidió a María Santísima acompañar este camino de fidelidad al Pastor y a la Iglesia.

Por su parte, la profesora Rosa Alfaro, de la Vicaría para la Educación, mencionó que la formación permanente es una tarea ineludible para los profesores que enseñan religión, a los que también se les pide ser ejemplos coherentes de vida cristiana.

El Vicario de la Educación, Padre Enrique Balzán, destacó la importancia de la formación en quienes tienen la responsabilidad de transmitir los conocimientos de la fe católica en los colegios, ya que trabajan con niñas, niños y adolescentes, no sólo como futuro de la Iglesia sino como el presente de ella y de toda la sociedad.

Los próximos cursos de formación se informarán a través de las reuniones que los profesores de religión sostienen los últimos martes de cada mes en el Obispado de Copiapó.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 28-08-2006