Inicio del tiempo Cuaresmal 2018 en Punta Arenas

Inicio del tiempo Cuaresmal 2018 en Punta Arenas

En la Iglesia Catedral de Punta Arenas se congregaron todas las parroquias de la ciudad para dar comienzo al tiempo Cuaresmal con la celebración del Miércoles de Ceniza.

 
Viernes 16 de Febrero de 2018
Ver Galería
Con un Templo Catedral repleto de fieles la Iglesia de Magallanes que peregrina en Punta Arenas comenzó a vivir, con la celebración del Miércoles de Ceniza, el tiempo cuaresmal. La Eucaristía fue presidida por el padre Obispo Bernardo Bastres Florence y concelebrada por la mayoría de los sacerdotes de la Diócesis.

En la homilía el obispo en su homilía señaló: Nuestro mes de Febrero, como casi todos los años, nos sorprende con el inicio de la cuaresma, en este miércoles de ceniza, que viene a interrumpir, de forma abrupta nuestro descanso y para muchos las vacaciones de verano.

1. “Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mt 6, 4. 6. 18). Estas palabras de Jesús se dirigen a cada uno de nosotros al inicio del itinerario cuaresmal. Lo comenzamos con la imposición de la ceniza, austero gesto penitencial, muy arraigado en la tradición cristiana. Este gesto subraya la conciencia del hombre pecador ante la majestad y la santidad de Dios. Al mismo tiempo, manifiesta su disposición a acoger y traducir en decisiones concretas la adhesión al Evangelio.

2. El Evangelio subraya que el Señor “ve en lo secreto”, es decir, escruta el corazón. Los gestos externos de penitencia tienen valor si son expresión de una actitud interior, si manifiestan la firme voluntad de apartarse del mal y recorrer la senda del bien. Aquí radica el sentido profundo de la ascesis cristiana.

“Ascesis”: la palabra misma evoca la imagen de una ascensión a metas elevadas. Eso implica necesariamente sacrificios y renuncias. En efecto, hace falta reducir el equipaje a lo esencial para que el viaje no sea pesado; estar dispuestos a afrontar todas las dificultades y superar todos los obstáculos para alcanzar el objetivo fijado. Para llegar a ser auténticos discípulos de Cristo, es necesario renunciar a sí mismos, tomar la propia cruz y seguirlo (cf. Lc 9, 23). Es el arduo sendero de la santidad, que todo bautizado está llamado a recorrer.

3. Desde siempre, la Iglesia señala algunos medios adecuados para caminar por esta senda. Ante todo, la humilde y dócil adhesión a la voluntad de Dios, acompañada por una oración incesante; las formas penitenciales típicas de la tradición cristiana, como la abstinencia, el ayuno, la mortificación y la renuncia incluso a bienes de por sí legítimos; y los gestos concretos de acogida con respecto al prójimo, que el pasaje evangélico de hoy evoca con la palabra “limosna”. Todo esto se vuelve a proponer con mayor intensidad durante el período de la Cuaresma, que representa, al respecto, un “tiempo fuerte” de entrenamiento espiritual y de servicio generoso a los hermanos.

4. A este propósito, en el Mensaje para la Cuaresma quise atraer la atención, en particular, hacia las difíciles condiciones en que viven tantos niños en el mundo, recordando las palabras de Cristo: “El que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe” (Mt 18, 5). En efecto, ¿quién necesita ser defendido y protegido más que un niño inerme y frágil?

Son muchos y complejos los problemas que afectan al mundo de la infancia. Espero vivamente que a estos hermanos nuestros más pequeños, a menudo abandonados a sí mismos, se les preste la debida atención también gracias a nuestra solidaridad. Se trata de un modo concreto de expresar nuestro compromiso cuaresmal.

Amadísimos hermanos y hermanas, con estos sentimientos comencemos la Cuaresma, camino de oración, penitencia y auténtica ascesis cristiana. Nos acompañe María, la Madre de Cristo. Su ejemplo y su intercesión nos obtengan avanzar con alegría hacia la Pascua.

Durante esta cuaresma y a lo largo del año, le pedimos al Señor, que María Santísima vuelva sus ojos misericordiosos hacia nosotros y que nunca nos cansemos de hacer el bien, para que seamos dignos hijos suyos y podamos alcanzar la misericordia de Dios. Concluyó.

Luego de la homilía, se pudo vivir en una forma de recogimiento el sacramento de la reconciliación y posteriormente se llevó a cabo la imposición de cenizas.

Fuente: Comunicaciones Punta Arenas
Punta Arenas, 16-02-2018