Junto a numerosos feligreses de las parroquias “San José” de Algarrobito, su comunidad de origen, y “San Francisco de Borja” de Combarbalá, donde actualmente realiza su servicio pastoral, recibió su Ordenación Diaconal camino al sacerdocio el hasta ahora seminarista Oliver Pastén Briceño.

La Eucaristía, en que además participaron sus familiares, amigos y representantes de otras comunidades de la Arquidiócesis, fue presidida por el Arzobispo René Rebolledo Salinas, en compañía de sacerdotes, diáconos permanentes y seminaristas.

Respecto al momento vivido, el nuevo diácono manifestó sentir “mucha alegría y esperanza, sabiendo que es Dios quien nos llama cada día. Recibo este ministerio con mucho entusiasmo y tranquilidad, para vivir lo que el Señor me tiene preparado durante el ejercicio del diaconado transitorio hacia el sacerdocio”.

Además, agregó que “es un tiempo que me desafía mucho, a estar muy atento, a dar testimonio, pero sobre todo a tomarme en serio la fidelidad al primer amor, es decir, la santidad de vida que se comienza en las cosas pequeñas y sencillas”.

El Señor te ha llamado

En su homilía, Mons. Rebolledo resaltó que “en tiempos no fáciles para acoger el llamado vocacional, especialmente a la vida consagrada y sacerdotal, el Señor se manifiesta generosamente con nuestra querida Iglesia que peregrina en nuestra Arquidiócesis de La Serena. El pasado sábado 2 de junio hemos recibimos en este templo Catedral el don de un nuevo sacerdote. Transcurridos cerca de dos meses, el Señor nos bendice con la ordenación diaconal del seminarista Oliver Pastén Briceño. Nos unimos en un coro de alabanza y gratitud al Señor, a los fieles de su parroquia de origen, a la comunidad del Seminario Mayor “Santo Cura de Ars”, a la parroquia donde actualmente realiza su práctica pastoral, como también a la entera Arquidiócesis representada en nosotros, el pueblo santo de Dios”.

Asimismo, se dirigió a Oliver y a la asamblea diciendo: “el Señor te ha llamado. Hermanos, ¡el Señor nos ha llamado! Con temor y temblor, pero también con gran amor, hemos oído su voz y la hemos seguido. Al Señor no le eran desconocidas nuestras flaquezas y debilidades, tampoco las del candidato que hoy hemos elegido para el ministerio diaconal. Sin duda, a lo largo de la vida ha experimentado y sentido temor de emprender este camino, máxime en las circunstancias actuales. También nosotros, por nuestra parte, hemos experimentado en no pocas ocasiones, temor y vacilaciones. Sin embargo, siempre hemos oído la voz silente del Señor: ¡Yo estoy contigo! Él es nuestro socorro, amparo y fortaleza”.

Finalmente, destacó que “inspirándonos en el relato de vocación del profeta Jeremías, contemplamos de igual modo el llamado a los primeros discípulos. Como a ellos, también a nosotros, y particularmente a Oliver, Jesús nos invita a navegar lago adentro y echar las redes para pescar. Somos conscientes que la barca atraviesa aguas turbulentas, un mar tremendamente agitado. Sin embargo, todo tiempo son días del Señor, año del Señor. No obstante, cualquier condición personal, eclesial, social, estamos llamados a confiar en la Palabra, en quien nos envía a anunciarla…”.

La compañía del Pueblo de Dios

En la santa Misa, Oliver fue acompañado de numerosas personas que lo conocieron en su camino formativo hacia el sacerdocio, destacando la participación del coro proveniente de la parroquia donde en la actualidad realiza su servicio pastoral, quienes con sus cantos animaron la Eucaristía.

Al concluir la celebración, René Gallardo, vecino en Algarrobito del ahora diácono manifestó conocerlo “de cuando era niño, por lo que verlo recibiendo este ministerio es una alegría muy grande para todo el pueblo y, a la vez, una gran responsabilidad para él, debido a las circunstancias que hoy vivimos como Iglesia, por lo que le deseo lo mejor en esta nueva etapa que comienza y que Dios siempre le ilumine el camino”.

Por su parte, Sandra Miranda, quien llegó a la Catedral proveniente de Monte Patria, comunidad a la que Oliver acompañó espiritualmente durante el 2017, enfatizó que “vivimos este momento con mucha alegría, porque sé que él estaba esperando este momento. Se ve igualmente todo el cariño que la gente le tiene, ya que vinieron desde distintas partes a acompañarlo”.

Igualmente el P. Rafael Rojas, párroco en Combarbalá, dedicó palabras para el recién ordenado. “Como comunidad estamos muy contentos por este paso que ha dado Oliver, quien nos acompaña desde el mes de marzo, por lo que es muy gratificante ver como él va creciendo en su desarrollo en la fe, en su proceso vocacional”.

Fuente: Comunicaciones La Serena
La Serena, 28-07-2018