Con el propósito de entregar el mensaje del Señor en estos tiempos difíciles de la Iglesia, 60 personas del grupo misionero “Integrando en Cristo”, llegaron a Molina desde el pasado sábado 26 de enero. Andrés Ibarra, uno de los integrantes más antiguos del grupo mencionó que “somos familias y jóvenes que nos unimos por hacer misiones en verano, donde otros amigos se van integrando, porque de eso se trata, integrar a las comunidades, pero también a nuevos misioneros en este camino tan bonito”.

Informó además, que en años anteriores realizaban misiones en las comunidades del Arzobispado de Concepción y que para este 2019, por medio del contacto del Administrador Apostólico de la Diócesis de Talca, monseñor Galo Fernández, decidieron iniciar su ciclo de 3 años misionando en las comunidades de Molina, oportunidad que agradecieron mucho tanto al obispo como a la parroquia Nuestra Señora del Tránsito de Molina.

Su cronograma de actividades para esta semana de misiones, contempla acciones en las mañanas como: oraciones, luego desayuno, envío y el puerta a puerta desde las 10:00 hasta las 13:00 horas, donde recorren casas de diferentes sectores y conversan con los vecinos.

Una Iglesia desde los laicos
Para las horas de la tarde, se dedican a realizar talleres para niños, donde incluyen dinámicas y catequesis, talleres para los jóvenes, los cuales centran más en actividades deportivas como partidos de fútbol y luego los invitan a las misas diarias. También existen talleres para adultos, principalmente de cocina donde una de las mamás del grupo es la encargada de impartirlo.

El resto de la semana, las actividades que se tienen programadas son una procesión desde la plaza de armas de Molina el jueves 31 de enero, y posteriormente una misa. También como actividad final, se tiene previsto realizar un show de talento el viernes 01 de febrero en la tarima de la plaza, donde se espera acuda la mayor cantidad de vecinos.

Pablo Fuenzalida, uno de los jóvenes de “Integrando en Cristo”, afirma que la idea es que las personas sepan que la Iglesia está para ellos, “necesitamos que los vecinos participen con nosotros y conozcan esta Iglesia que va más allá de las dificultades, que es una Iglesia que nace desde los laicos”, agregó el misionero.

Por otra parte, aseveró que el aprendizaje que les deja esta experiencia a ellos como misioneros es mucho más grande de lo que a veces imaginan antes de iniciar. “Yo vine aquí a aprender mucho y en cada visita me llevo algo de las personas. Uno se da cuenta que muchas veces hasta con solo dedicar un tiempo a alguien para escuchar lo que tiene que decir, es un regalo con mucho más valor”.

Los misioneros permanecerán en Molina hasta el sábado 02 de febrero, día en que darán por culminado este primer año de misiones en nuestra diócesis.

Fuente: Comunicaciones Talca
Molina, 30-01-2019