Escuela Diaconal Felipe Diácono inició su año académico

Escuela Diaconal Felipe Diácono inició su año académico

En la Eucaristía se rindió un homenaje a dos diáconos permanentes que cumplieron 45 años de servicio.

 
Lunes 08 de Abril de 2019
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Con una Lectio Inauguralis y la Eucaristía se inició el año académico de la Escuela Diaconal Felipe Diácono el pasado 6 de abril en la sede de la Escuela, la Parroquia San Felipe Neri de Villa Alemana.

La lectio fue dictada por Walter Sánchez presidente del Consejo Diocesano de Prevención y Acompañamiento de Víctimas de la Diócesis de Valparaíso. El tema fue "Iglesia chilena ¿Navegando en la bruma?". En su presentación hizo un recorrido por los cambios de la sociedad, la crisis de la Iglesia, el papel del laico y la mujer empoderados. También, entregó luces sobre el camino que podemos seguir: un camino sinodal y la esperanza.

La mañana continuó con la Eucaristía, que fue presidida por Monseñor Pedro Ossandón, Administrador Apostólico de la Diócesis de Valparaíso. En ella se rindió un homenaje por los 45 años de servicio de dos diáconos permanentes, sus esposas y familias: Jorge Pizarro y su señora Anita y Enrique Gálvez y su señora Irma. Además, se presentó a tres nuevos estudiantes que ingresaron a la Escuela Diaconal quienes estaban acompañados por sus señoras y familias.

En la homilía, Mons. Ossandón señaló que ha estado meditando un pensamiento del Papa Francisco que recogió del Papa Benedicto XVI. “El Papa Benedicto dijo que esta crisis que se ha producido por los abusos de clérigos a menores nos invita a ser más humildes. Es una Iglesia que vuelve a decirse así misma necesito la misericordia de Dios. Una Iglesia que se reconoce llagada en las llagas santas de Jesucristo. El Papa Benedicto nos llama a ser humildes, humildes servidores. Sólo con la humildad puedo agradecer y valorar lo que me ofrece Jesucristo, su misericordia, su perdón, su paz y salvación. Es un fuerte llamado a que seamos humildes”.

“El Papa Benedicto decía: ¿qué aprendemos?, primero a ser humildes y ¿para qué? Para dos cosas: primero para aprender de nuevo a adorar a Dios por sobre todas las cosas y segundo servicio al prójimo. No es auténtica adoración si no nos lleva a la auténtica solidaridad”.

Fuente: Comunicaciones de Valparaíso
Villa Alemana, 08-04-2019
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