Emotivo adiós al P. Walter Heckemeier en Villarrica

Emotivo adiós al P. Walter Heckemeier en Villarrica

El martes 25 de junio fieles provenientes de distintas regiones del país llenaron la Catedral de Villarrica para dar el último adiós al P. Walter Heckemeier Munch, sacerdote de nuestra diócesis y fundador de la obra Kolping en Chile.

 
Viernes 28 de Junio de 2019
Ver Galería
El P. Heckemeier falleció el sábado 22 de junio en la Clínica Alemana de Temuco, producto de una neumonía, a sus 81 años. El accidente cerebrovascular que sufrió el 18 de septiembre de 2015 lo dejó en situación de postración, recibiendo los cuidados correspondientes hasta la hora de su llamada.

Su cuerpo fue velado los siguientes dos días en la Catedral de Villarrica. El día martes a las 11:00 hrs. se dio lugar a la Misa de Exequias en este mismo templo, presidida por el Obispo de Villarrica, Mons. Francisco Javier Stegmeier, y concelebrada por el Obispo Emérito, Mons. Sixto Parzinger, y los sacerdotes de la diócesis.

Previo a la celebración Eucarística, representantes de distintas comunidades con las que trabajó el P. Walter compartieron unas sentidas palabras de agradecimientos al sacerdote que anunció incansablemente el Evangelio y construyó para Chile más de 40 capillas.

En su homilía, Mons. Stegmeier señaló que “el P. Walter fue un buen sacerdote porque fue un buen cristiano. Era lo que vivía también como sacerdote y era lo que predicaba a los fieles: encontrarse con Cristo y vivir en Él y según Él, por la gracia del Espíritu Santo, con el deseo sincero de hacer en todo la voluntad del Padre”.

Afirmó que en sus casi cincuenta y tres años de ministerio sacerdotal “el P. Walter más que dar su tiempo y su dinero – que los dio en abundancia- se dio a sí mismo. Entregó su vida para la salvación de los fieles”.

“No había separación entre su vida privada y su vida ministerial. Él quería ser siempre sacerdote, quería ser en todo sacerdote, quería ser totalmente sacerdote. Vivió la caridad pastoral que lo abarca todo”, dijo el Prelado.

Para Mons. Stegmeier, el P. Walter “es de aquellos cristianos a los que, al morir, se podría uno encomendar a su intercesión ante el Señor. Con su buen ejemplo sacerdotal y su intercesión, estoy seguro que el Señor suscitará en el corazón de muchos jóvenes, en el corazón de ustedes, jóvenes aquí presentes, el anhelo de ser sacerdotes santos, sacerdotes al 100%, entregados por completo a Jesucristo, a su Esposa la Iglesia y al servicio sacerdotal de los hermanos”.

Sobre sus últimos días de vida, el Obispo de Villarrica señaló que el P. Walter “estaba absolutamente imposibilitado de celebrar Misa. Ni siquiera podía recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Murió en las vísperas del Corpus Christi. Es casi un signo de que el Señor quiso que su fiel discípulo fuese él mismo una hostia grata al Padre”, reflexionó el Obispo de Villarrica.

“El P. Walter, que nunca perdió la conciencia, pudo decir de verdad lo que miles de veces repitió: ‘Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria. Amén’”, concluyó su homilía.

Al final de la celebración, el párroco de la Parroquia Inmaculada Concepción de Loncohe, P. José Neira, entregó unas palabras a nombre de los sacerdotes de la diócesis en las que resaltó que detrás del hombre “apurado” por el celo apostólico, había en el P. Walter “un hombre con una tranquilidad interior muy grande que le daba la coherencia entre su pensar y su quehacer”.

“Caminó en presencia del Señor donde no había camino a veces. En los curas, el P. Walter tenía el don de que en nuestras reuniones a veces la discusión se ponía un poco densa y al final en la última fila, en un rincón, levantaba su mano y colocaba la nota cuerda, sencilla, clara, muy humana y distendía enormemente la tensión. Yo quiero agradecer eso, su presencia en medio de nosotros. Nos ayudó a varios a afirmar nuestras convicciones”, dijo.

El P. Neira agradeció también “a todos los que lo ayudaron a llevar su pesada cruz haciendo una oración por él, al hospital, a las personas que lo cuidaron en su casa con dedicación. Ustedes fueron la Iglesia en la que él vivió su sacerdocio”.

Luego fue el turno del Director de Fundación Kolping en Chile, Sergio Gustavo Suazo Villagrán, quien compartió con la asamblea un sentido mensaje de agradecimiento que dejó P. Walter a la comunidad de Villarrica y al Pueblo de Chile.

El P. Walter señaló en su mensaje: “Quiero agradecer a Dios y a todos los hombres que han influido que yo alcanzara a ser sacerdote, en esto me he sentido feliz (…). Pido perdón y diculpas a todos los que he ofendido”.

“Especialmente pido a la juventud luchar por el Reino de Dios. Mucho es posible aunque aparezca el fuuro cercano oscuro. Recuerden la frase de Cristo: ‘Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura’” (Mt 6, 33).

“Tres cualidades llevan adelante: ser bondadoso, escuchar y tener tiempo, y nunca decir ‘no’ salvo al pecado. Mirad el mundo que os rodea con el lente del amor”, consignó el P. Walter en su mensaje que fue acogido por la asamblea con un aplauso lleno de emoción y agradecimiento.

Finalizada la Misa, al canto de “Cura de mi pueblo” se inició el cortejo fúnebre hasta el Cementerio Municipal de de Villarrica. Los fieles acompañaron su andar con oraciones por quien en 1961 llegó desde Alemania para para cumplir el deseo de Dios: ser sacerdote según su Sagrado Corazón.

Ya en el cementerio, se dio la última bendición y se procedió al entierro de su cuerpo. Hoy el P. Walter descansa en paz al lado de Nuestro Señor y su Santísima Madre.

Fuente: Comunicaciones Villarrica
Villarrica, 28-06-2019