Con esperanza puesta en los ojos de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Las Peñas, miles de peregrinos y más de 27 asociaciones de bailes religiosos de Chile y Perú tuvieron la celebración de la “Chinita de Las Peñas”. Cada primer Domingo de Octubre, el Santuario de Las Peñas se enciende en colorido de los innumerables trajes de bailes y en abundancia en la danza y cantos, y sus suelos marcados por las constantes pasadas de peregrinos provenientes de diversos lados del norte de Chile y Sur del Perú con el único propósito de venerar la Divina Imagen que se encuentra impregnada en la Roca en el poblado de Livílcar.

En la solemne celebración de Eucaristía, Mons, Moisés Atisha, Obispo de San Marcos de Arica, como un peregrino acudió al santuario, como cada año, acompañando la vida de los peregrinos, junto con los sacerdotes confesando y celebrando las distintas liturgias en los días de fiestas. En la celebración Monseñor enfatizó, a la luz del texto de la Anunciación, el desconcierto como una clave de Fe, con las experiencias que nos tocan vivir, lo que conlleva a un discernimiento desde Dios con la Virgen, como Sierva y Esclava. Donde Dios también es manifestación en su creación y naturaleza; llegando a invitar a los presentes a cuidarla y amarla, siempre como nuestra madre.

Jesús en el Templo bajo el asombro como acontecimiento de Fe; María y José siguen la tradición de encuentro con Dios, es la Fe Familiar, así como ustedes en los Bailes que se preparan, no es simplemente bailar es encontrarse con la persona de Jesús, no es cumplir ritos sino es vivirla como experiencia de Buena Noticia, que al terminar la fiesta ya se está pensando en el próximo año pero con Fe. Animando a los fieles a llevar adelante su fe en las manos de María Santísima para que sea ella quien muestre el rostro amoroso de su hijo Jesucristo.

Así fueron los días que celebraron con fe y devoción la fiesta de la Virgen de Las Peñas, muy querida y venerada por los nortinos en la ciudad de Arica. Uno de los santuarios marianos presentes en nuestro norte grande, en que miles de peregrinos acuden a sus pies para acercar sus oraciones al Padre Dios.

Dpto. Comunicaciones San Marcos de Arica