Con la esperanza de un futuro mejor para nuestra patria

Con la esperanza de un futuro mejor para nuestra patria

La devoción por la Virgen del Rosario y la contingencia nacional marcaron la tradicional celebración en la localidad de Lora.

 
Lunes 21 de Octubre de 2019
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Cada tercer domingo de octubre el santuario de Nuestra Señora del Rosario de Lora, ubicado a 12 kilómetros al oeste de Licantén (provincia de Curicó), acoge a cientos de peregrinos que llegan a honrar a la madre del Señor en una celebración que combina la fe, la tradición y el patrimonio humano.

Pasadas las 15:00 horas de este 20 de octubre se dio inicio a la Eucaristía presidida por el padre Ricardo Varas Jara, párroco de Licantén, el cual en la homilía dijo que esta celebración era propicia para poner en las manos del Señor y de María a nuestra patria.

“Los que tenemos el don de la fe tenemos que saber leer los signos, tenemos que escuchar lo que está sucediendo. Dios es el primero que escucha y escucha el clamor de su pueblo. Queremos rezar para que las autoridades puedan escuchar el clamor, pues quien tiene más autoridad tiene que escuchar más”.

“La gran crisis que tenemos es que no hemos sabido escuchar” –añadió el padre Ricardo Varas-, enfatizando que “las autoridades deben escuchar para buscar caminos de solución (…) por eso le pedimos a quienes nos gobiernan que moderen el lenguaje. Hace unos días atrás un parlamentario daba a entender que ganaba un sueldo casi de indigente. No pueden decir eso. Esas palabras son una humillación a quienes ganan el sueldo mínimo. Por eso hay que rezar para que en el futuro sepamos a quién elegir”.

El párroco de Licantén manifestó que esta es una oportunidad para sentarnos a la mesa y allí dialogar, “no hay que tener miedo. Ojalá las soluciones lleguen para tanta gente que está sufriendo y la pasa mal (…) de la mano de Nuestra Señora del Rosario pidámosle al Señor ser justos, empezando por nuestra familia y la comunidad. La justicia es para todos, un cristiano ve el horizonte y todos queremos vislumbrar un futuro mejor para nuestra patria”.

Luego de la Misa, la imagen de la Virgen del Rosario fue sacada del templo y comenzó la procesión por la ruta costera, que une Curicó con Iloca para después retornar al santuario. En ese momento se dio inicio al tradicional Baile de los Negros (declarado por la UNESCO Patrimonio Humano Vivo), expresión en que toman parte personajes como los encuerados o compadritos, las negras y los pifaneros. Estos últimos son encabezados por el embanderado.

La devoción y el cariño por la Virgen del Rosario fueron múltiples por parte de todos los fieles peregrinos que llegaron a la localidad de Lora.

Fuente: Comunicaciones Talca
Licantén, 21-10-2019