En emotiva celebración se bendijo parroquia de Sagrada Familia

En emotiva celebración se bendijo parroquia de Sagrada Familia

Tuvieron que pasar más de nueve años para que los fieles y habitantes de esta comuna pudieran tener un nuevo templo. Además, la Eucaristía coincidió con los 50 años de sacerdocio del padre Víctor Gómez.

 
Lunes 04 de Noviembre de 2019
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Un día de emoción e infinito agradecimiento se vivió el sábado 02 de noviembre, ocasión en que la comunidad parroquial de Sagrada Familia se reunió para el gran acontecimiento de tener una nueva sede parroquial. La antigua edificación se desplomó con el terremoto de 2010.

Al comenzar la Misa, el obispo Galo Fernández Villaseca, Administrador Apostólico de la Diócesis de Talca, colocó una piedra del templo antiguo a los pies de la imagen de la Virgen del Carmen. Luego se bendijo el agua para bendecir la nueva construcción y a los fieles presentes.

Durante la homilía nuestro pastor partió reconociendo la labor del párroco de Sagrada Familia, el padre Víctor Gómez González, quien precisamente ese día cumplía 50 años de ministerio sacerdotal, lo que fue retribuido por un gran aplauso de la asamblea. También el padre Galo hizo presente el gran trabajo de la hermana Mary T McDonagh, quien es puntal para esta comunidad. Lamentablemente ella tuvo que partir hace unos días a su país, Irlanda, ya que su mamá está delicada de salud.

El templo, signo que todos somos Iglesia

A partir de las lecturas del día el obispo Fernández expresó “que hoy estamos llenos de gozo con este regalo, volver a tener un templo hermoso que acoja a la comunidad para celebrar la Palabra de Dios, los misterios de Dios con nosotros. ¡Qué regalo tan grande tener la presencia de Dios por medio de este espacio que nos convoca!”.

“Sagrada Familia tiene un templo para escuchar a Dios, para buscar su enseñanza, para dialogar con Él, y nos conmueve la cercanía de Dios que se dirige a nosotros como sus hijos muy amados, este templo quiere expresar que Dios quiere estar al centro de nuestra vida. La segunda lectura nos hace presente que en rigor el verdadero templo no son los muros sino la asamblea, los que están aquí, la comunidad. El templo es signo de la Iglesia que somos todos”, expresó el pastor diocesano.

En el Evangelio y al final del diálogo con la Samaritana, agregó el Administrador Apostólico, “Jesús da por superada la exclusividad del templo de Jerusalén como espacio de la presencia de Dios. En Jesús, nacido en Belén de Judea, Dios puso su morada entre nosotros. Esta es la casa de Dios en medio de nuestras casas, podemos decir que es el mismo Dios que padece las dificultades de nosotros”.

“No dejo de pensar que en medio de la crisis social en que estamos, en que por cierto hemos reconocido lo que nos falta para ser un pueblo más equitativo y justo, estamos conscientes de los desafíos que tenemos por delante. Pero es importante no perder de vista lo que verdaderamente ya tenemos. Tenemos carencias como país, pero tenemos tantos dones en nuestra larga historia ciudadana. Que en esta hora de crisis social la mirada de acción de gracias no se nos pierda”, concluyó el obispo Galo Fernández.

“Un día muy grande”

Concluida la homilía los pilares de la nueva parroquia de Sagrada Familia fueron ungidos con el Crisma y se incensó el altar, el cual fue rescatado del antiguo templo. Este fue revestido por agentes pastorales de la comunidad. El obispo bendijo la luz y templo se iluminó por completo ante la expectación de los fieles.

Durante el ofertorio fueron presentados los planos de la parroquia, el altar con la oración que acompañó estos años sin templo, una foto del padre Víctor con el seminarista José Maldonado, una agenda con actividades parroquiales, junto al pan y al vino.

Tras la comunión el cuerpo de Cristo fue llevado hasta el Sagrario, encendiendo su luz como signo de la presencia permanente del Señor. Posteriormente el Intendente de la Región del Maule, Pablo Millad, compartió su satisfacción de entregar esta iglesia a la comunidad, haciendo un llamado a cuidar lo que tenemos como país.

Y como el padre Víctor celebraba sus 50 años de sacerdocio, desde el Obispado de Talca se le envió un obsequio consistente en un cuadro con la homilía de don Carlos González el día de su ordenación el 02 de noviembre de 1969, la que fue publicada por el diario La Mañana. Con emoción el padre Víctor señaló “que este ha sido un día muy grande”.

Para concluir el obispo Galo Fernández bendijo todas las nuevas instalaciones de la sede parroquial, en un recorrido que efectuó junto a las autoridades. Este día de fiesta culminó con el ameno compartir con toda la comunidad parroquial en el patio de la parroquia de Sagrada Familia.

Fuente: Comunicaciones Talca
Sagrada Familia, 04-11-2019