En el tiempo litúrgico de Navidad, en la Iglesia Catedral de Valparaíso, este sábado 11 de enero se recibieron los regalos de la ordenación sacerdotal del diácono Jorge García Muñoz y de los nuevos pasos de consagración al Señor de los seminaristas Sergio Herrera Martínez quien recibió el Rito de Admisión a las Sagradas Ordenes; y de Carlos Suarez Corail y Mateo Umaña Fernández que recibieron el ministerio del Lectorado.

La ceremonia fue presidida por don Pedro Ossandón, Administrador Apostólico de la Diócesis de Valparaíso, en ella estuvieron presentes sacerdotes, diáconos, religiosas y seminaristas del Pontificio Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez. Junto a ellos, estaban amigos, familiares e integrantes de las comunidades parroquiales donde actualmente está sirviendo, las Parroquias San José y Santo Nombre de Jesús de La Calera y también de las que ha servido.

Don Pedro Ossandón en su homilía señaló que “el sacramento del Orden que hoy recibe nuestro querido Jorge, según las Sagradas Escrituras y las Enseñanzas de la Iglesia, es en primer lugar una Vocación. Jesús te llama, él te ha elegido desde la eternidad, es expresión de su amor. Dios te llama. Y de eso consiste su formación sacerdotal: hacer silencio, de oración contemplativa para escuchar atentamente la voz de Jesús. No te llama a ser un funcionario, te llama desde tu historia personal, él te conoce, él mismo ha realizado obras en ti”.

“La vocación es lo primero. En segundo lugar, el sacerdocio es un don, es un regalo de Dios. Cristo fue ungido por el espíritu y tú ahora serás ungido por el espíritu de Jesucristo para poder en el Señor Jesús, el único sacerdote, participar de su propio ministerio de Jesucristo sacerdote, profeta y pastor. Sacerdote que administra los sacramentos, especialmente la Eucaristía y el ministerio de la reconciliación; profeta que anuncia la santa palabra de Dios con su testimonio, con la homilía y con la formación; y, pastor que con la caridad pastoral da la vida por sus ovejas”.

“Además, el sacerdocio es esencialmente comunión. Cristo pudo haber hecho el trabajo solo porque es Dios hecho hombre, qué necesidad tenía de nosotros. Parte del misterio de la encarnación de Jesucristo, que se hace servidor, que percibir y recibir este don que nos integra a la comunión del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por eso el principio eclesial de la comunión es esencial en un sacerdote. El sacerdote es un don para vivir en comunidad. Por último, el sacerdocio es para la donación, es para la cruz”.

Al término de la homilía, los seminaristas del Pontificio Seminario Mayor San Rafael dieron importantes pasos dentro de su formación. Sergio Herrera Martínez, recibió el Rito de Admisión a las Sagradas Ordenes; en tanto, los seminaristas Carlos Suarez Corail y Mateo Umaña Fernández, recibieron el ministerio del Lectorado.

Luego, vinieron momentos significativos en la Ordenación Sacerdotal. Uno de ellos fue la postración. El diácono en tránsito Jorge se postró en el suelo en espíritu de adoración. En ese momento la Iglesia llama a los santos para que rueguen por nosotros y por él. Otro momento importante es cuando el obispo impuso las manos sobre su cabeza y le pide al Espíritu Santo que transforme su corazón. Después todos los sacerdotes presentes realizaron un gesto similar, van pasando, imponiéndole las manos y lo reciben como hermano en este presbiterio. Después, su mamá y los padres José Antonio Atucha y Sebastián Vásquez lo revistieron con los ornamentos propios de los sacerdotes: la estola y la casulla. Tras ello, el Obispo ungió sus manos con el santo crisma y entregó el cáliz con vino y la patena con la hostia.

Al término de la Eucaristía, el nuevo sacerdote padre Jorge agradeció a Dios por el don de la ordenación sacerdotal. También agradeció a su familia por el apoyo incondicional durante todo el tiempo de su formación; a la Diócesis de Valparaíso; a don Pedro por su cercanía y oración; a sacerdotes que lo han acompañado. De forma especial, agradeció al padre José Antonio Atucha quien lo presentó al Pontificio Seminario Mayor San Rafael, a su director espiritual padre Alfredo Concha, a los padres Claudio Ortiz y Alejandro González con quienes está trabajando en las parroquias de La Calera y a tantos otros darles gracia por su apoyo y testimonio.

De un modo especial agradeció al Padre Dietrich por predicarle durante la semana el retiro preparatorio a la ordenación sacerdotal. También manifestó su gratitud al Pontificio Seminario Mayor San Rafael, a los formadores, personal de la casa. Finalizó sus palabras agradeciendo a las comunidades parroquiales donde le tocó servir: su parroquia de origen Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Quilpué, Parroquia San Benito de Viña del Mar, Parroquia Santa Bárbara de Casablanca, al Santuario de Lo Vásquez, Parroquia San Pablo de Placilla, Parroquia Inm. Corazón de María de Valparaíso y de un modo especial a las parroquias donde está sirviendo actualmente: Parroquia Santo Nombre de Jesús y San José de La Calera.

“Uno tiene que mantenerse firme a Cristo, sin claudicar. Como dice mi lema sacerdotal: ‘Confía en el Señor, que Él te ayudará’ eso a uno lo llena de alegría y confianza porque Dios nos ha llamado y hemos dicho que sí y ante esta respuesta Dios nunca nos dejará solos”. Al finalizar la Eucaristía permaneció en la Iglesia Catedral para ser saludado por los presentes.

Fuente: Comunicaciones de Valparaíso
Valparaíso, 11-01-2020