Distintas celebraciones litúrgicas, además de la procesión y el santuario en la Escuela Villa lo Burgo, fueron los espacios que la comunidad parroquial dispuso para que los fieles pudieran expresar su fe y devoción a San Sebastian y agradecerle por los favores concedidos o pedir su intercesión ante Dios en una situación específica.

La celebración de la santa misa se inició a las 8.00 en la parroquia, y así cada una hora hasta la fiesta del Banquete Eucarístico central del día, donde los cristianos católicos llegaron para el encuentro personal y comunitario con el Señor de la Vida, a las 13.00 horas. En la oportunidad presidió la eucaristía el obispo Jorge Concha Cayuqueo, quien en su mensaje destacó la figura del santo.

También dijo que quien “nos reúne en un primer plano hoy es San Sebastián, al cual ustedes acuden para pedirle su ayuda, su intercesión a lo largo del año y este día concurren para darle gracias. En el corazón y en el plano más profundo es Jesucristo el que nos llama, el que enciende en cada uno la fe, el amor y que nos permite estar en sintonía con Dios”.

Luego de esta celebración eucarística, los fieles acompañados por la imagen del Santo Mártir peregrinaron por las calles de Purranque, para dar testimonio de fe, como hizo San Sebastián, y al finalizar la procesión, los creyentes junto a sus familias encendieron velas y veneraron a su santo patrono en el santuario adaptado para la ocasión.

En el mismo lugar, a las 18.00 horas, la asamblea presente celebró la santa misa, también presidida por el Administrador Apostólico de Osorno, y concelebrada por el padre Jorge Gómez, párroco de la parroquia de Purranque dedicada al Santo Mártir, cuya imagen permaneció en el santuario hasta las 22 horas.

Cabe destacar el trabajo arduo de tantas mujeres y hombres de la comunidad parroquial; de aquellos que pasaron muchas horas en la cocina, preparando y sirviendo los alimentos, otros apoyaron en los distintos lugares de venta de comida, los servicios, las estampitas etc, todo con la finalidad de seguir reuniendo dinero para las terminaciones que aún quedan pendiente para finalizar la reconstrucción del templo de San Sebastián.

También queremos resaltar la entrega de las y los ministros de la Comunión, quienes prestaron un gran servicio pastoral y evangelizador en cada una de las celebraciones litúrgicas. Así mismo, el equipo de acólitas, ocho jovencitas de entre 11 a 16 años, que sirven en el Altar, y facilitan distintas tareas tan importantes para optimizar la celebración.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 21-01-2020