70 años del Encuentro chileno – argentino de Tromen

70 años del Encuentro chileno – argentino de Tromen

Este domingo 1 de marzo, fieles chilenos y argentinos se reunieron en el Paso Fronterizo de El Tromen (o Mamuil Malal), a los pies de la imagen de Cristo crucificado, para celebrar la septuagésima Eucaristía por la paz y unión entre ambas naciones.

 
Domingo 01 de Marzo de 2020
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La Misa por la hermandad entre Argentina y Chile a los pies del Cristo Crucificado del Tromen se desarrolla desde el 26 de febrero de 1950, cuando el primer Obispo de Osorno (Chile), Mons. Francisco Valdés Subercaseaux, bendijo la imagen. Más adelante, esta Eucaristía se ha transformado en la ocasión para recordar la mediación de San Juan Pablo II en el conflicto limítrofe por el Canal Beagle, entre Chile y Argentina, y que concluyó con la firma del Tratado de Paz y Amistad en 1984 que evitó la guerra entre ambas naciones.

En esta ocasión, la celebración fue presidida por el Obispo de Neuquén (Argentina), Mons. Fernando Croxatto, y por el Obispo de Villarrica, Mons. Francisco Javier Stegmeier (Chile), en compañía de sacerdotes y diáconos de ambos países.

Como signo del tiempo de Cuaresma, se llevó a cabo la imposición de cenizas y besar la Palabra de Dios. Al respecto, en su homilía Mons. Croxatto dijo que “estos cuarenta días que nos preparan para la pascua queremos vivirlos unidos al Corazón de Jesús. Que en la oración, el ayuno y la limosna podamos progresar, crecer y madurar en el misterio de Cristo, que es el misterio de nuestra salvación”.

El obispo señaló que “venimos también cargados con todo lo que vivimos de un lado y del otro, tantas tensiones y conflictos, para que como cristianos los pongamos delante del Señor, como invitados a entrar en este desierto con Jesús, que es un trabajo en el corazón. Porque sabemos que afuera hay muchas guerras, pero que el mayor combate lo tenemos adentro nuestro”.

Bajo este escenario, Mons. Croxatto exhortó a darse el tiempo de preguntarse “¿Cómo estoy viviendo estas cosas? ¿Cómo las quiero vivir? ¿Cómo voy a vivir este año? ¿Cómo puedo volver al centro que es Jesús? ¿Cómo preparo mi corazón para entrar con Jesús a la Pascua?”. Y al mismo tiempo, “pedirle al Señor que nos de la fuerza y la gracia para vencer las tentaciones”.

“Hoy necesitamos entrelazarnos, hacer fraternidad. Es un desafío del mundo de hoy. Hay muchas guerras y violencia, en nuestras mismas familias, en nuestros pueblos, en nuestra vecindad. Hay mucha tensión en el corazón y nosotros los cristianos, llenos de ese amor de Jesús, debemos brindarnos desde ese amor a los otros, ser ese paño donde se aflojan todas las tensiones”, expresó.

“Es lindo entrar a la Cuaresma con esta propuesta, que nosotros podamos ser constructores de fraternidad y de paz, cotidianamente. Puedo elegir ser el Adán y Eva, quienes se dejan llevar por hacer su vida a su modo y dividen, o elegir el Nuevo Adán que es Jesús, que quiso hacer su vida desde la Palabra del Señor, desde lo que el Padre le ponía en su corazón”, dijo el Prelado.

Finalmente, Mons. Croxatto invitó a que este tiempo sea “de sacar la Palabra de Dios en nuestras casas. Cuando estoy caído y no sé que hacer, acá está, en la Palabra de Dios está la fuerza, la luz, la gracia”.

Al final de la Eucaristía, un grupo proveniente de Osorno entonó un himno al Siervo de Dios Francisco Valdés Subercaseaux, gestor de este encuentro. Luego, dos parejas de huasos bailaron un pie de cueca y finalmente todas las comunidades se quedaron para compartir un almuerzo. Las principales parroquias provenían de Junín de los Andes, Curarrehue, Pucón, Villarrica, Loncoche.

Álbum de fotos en el siguiente link https://bit.ly/39dzNXl

Fuente: Comunicaciones VILLARRICA

Villarrica, 01-03-2020