Con su resolución, la Asamblea General quiso aumentar la conciencia pública sobre este tema y con la finalidad de recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. También quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.

“Decidimos” es el lema de este día e invita a mirar con autonomía a las personas con trisomía 21.

La Iglesia de Concepción ha dado un gran testimonio de acogida y apoyo da numerosos jóvenes con Síndrome de Down, creando espacios laborales donde se desempeñan con autonomía y respeto para cerca de 40 personas. La primera iniciativa impulsada por monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Concepción, fue Lavandería Industrial 21, que actualmente da trabajo a 30 jóvenes con síndrome de Down.

Dicha iniciativa se desarrolló con creatividad y un modelo inclusivo que entregándole trabajo digno a los jóvenes. Maite Otondo, directora de la fundación Lavandería Industrial 21, dijo que se impulsa con un concepto de "empleo con apoyo" y de "formación en el puesto de trabajo" que busca integrar a los jóvenes en un ambiente de trabajo real.

Monseñor Chomali comentó que “el tema de la inclusión no puede quedar en una idea bonita, es posible hacerla real, y es lo que hemos experimentado en el proyecto de la lavandería, donde los jóvenes pueden asumir responsabilidades e integrarse al mundo del trabajo con todo lo que ello conlleva, como cumplir un horario laboral y recibir su remuneración. La Lavandería es un signo muy potente de que cuando a la gente se le da oportunidades, salen adelante, y que es posible reunir a persona y empresarios para motivarlos a hacer esto emprendimientos. Construir un mundo mejor es responsabilidad de todos, poniendo lo mejor de sí mismo”, aseguró.

Desde la iniciativa de la Lavandería, se promovieron otros espacios laborales para jóvenes con síndrome de Down. Fueron capacitados por un equipo profesional y el respaldo de la UCSC. Actualmente, dos jóvenes – María Soledad Vega y Patricio Cartes - son parte del personal administrativo del Arzobispado de Concepción y como ellos, hay otros jóvenes en la rectoría de la UCSC, en el casino de Casa Betania y otras empresas, en Concepción, donde han demostrado sus valiosas capacidades.

A estas iniciativas se suma la creación del Invernadero Simón de Cirene, en un predio del Arzobispado, colindante a Casa Betania. En el lugar, trabaja Pablo Andrés Roca, de 22 años, quien se ha desempeñado plenamente, en el cultivo saludable de numerosas verduras. Uno de los objetivos principales de este proyecto es dar cabida a jóvenes con síndrome de Down.

Uno de los últimos y novedosos proyectos inclusivos es la Cafetería 440, donde se han incorporado otros dos jóvenes, Matías y Roberto, anfitriones de este espacio. Monseñor Chomali, impulsor clave de esta iniciativa, señala que “no sólo es una cafetería, sino también es un nuevo espacio cultural para la ciudad”.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 21-03-2020