Una Semana Santa distinta es la que se vive actualmente, por la emergencia sanitaria que atraviesa el mundo producto de la propagación del Covid-19. Y fue así que, sin presencia física de fieles, la tarde de este 8 de abril, Miércoles Santo, el Arzobispo René Rebolledo presidió el rezo de vísperas desde el templo Catedral, celebrando de forma anticipada el Día del Sacerdocio Ministerial.

En este día tenía lugar la Misa Crismal, celebración presidida por el Arzobispo junto a la totalidad de sacerdotes de la Arquidiócesis, en que se consagra el Crisma y se bendicen los Óleos que son utilizados en algunos sacramentos en las distintas parroquias y capillas, por lo que generalmente participan feligreses provenientes de todos los rincones de la Arquidiócesis. Producto de esta emergencia sanitaria y con el fin de evitar la propagación del Covid-19, fue la única celebración de la Semana Santa 2020 en ser suspendida, la cual se reprogramará para una fecha y horario que se comunicará oportunamente.

Al respecto, el Arzobispo René Rebolledo manifestó que “la presencia de todos los sacerdotes anualmente en la Misa Crismal, en la cual también renuevan sus promesas sacerdotales que hicieran el día de su Ordenación, manifiesta la comunión del presbiterio con el Arzobispo. Lamentablemente en este año, por las circunstancias conocidas, no se pudo celebrar y se ha pospuesto para una fecha a comunicar. Obviamente, lo hemos lamentado en gran medida, pues cada año es una convocatoria hermosa, con la presencia alegre y entusiasta de representantes de los fieles de toda la Arquidiócesis”.

Destacar que en esta ocasión se vivió el rezo de las vísperas, oración de la tarde, en la que estuvo presente el P. Cristian Montenegro, Vicario General, y el P. José Manuel Tapia, Vicario de Pastoral, acompañados de forma virtual por sacerdotes, personal consagrado y todos los fieles que se unieron a la transmisión en vivo que se efectuó mediante Radio San Bartolomé y las redes sociales.

“La celebración de vísperas que hemos tenido nos ha ayudado a manifestar la fraternidad y la comunión entre nosotros. Además, fue la ocasión propicia para que este servidor pudiera manifestar sentimientos de gratitud a los sacerdotes por su vida entregada al Señor y a la Iglesia, concretamente en la Arquidiócesis de La Serena. Igual gratitud al personal consagrado y a los fieles por su acompañamiento a los presbíteros en la oración, la palabra de cercanía y consejo, como también en la corresponsabilidad que manifiestan en la obra de la evangelización. ¡El Señor bendiga a nuestros sacerdotes, los fortalezca en el ejercicio de su ministerio y nos conceda abundantes vocaciones sacerdotales!”, enfatizó el Pastor.



Fuente: Comunicaciones La Serena
La Serena, 08-04-2020