Arzobispo de Santiago anuncia Consejos Solidarios para paliar el hambre

Arzobispo de Santiago anuncia Consejos Solidarios para paliar el hambre

En una carta titulada “Denles ustedes de comer” (Jn. 13, 34), publicada hoy, monseñor Celestino Aós dispuso la conformación de un “Consejo solidario” en cada una de las zonas de la arquidiócesis.

 
Jueves 04 de Junio de 2020
El objetivo de la iniciativa es “redoblar los esfuerzos” de solidaridad a través de parroquias e instituciones de Iglesia de cada territorio. Solicita además unirse al trabajo de municipalidades, organizaciones civiles, juntas de vecinos y otros grupos.

En el día de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, el Arzobispo de Santiago ha publicado la carta “Denles ustedes de comer (Jn. 13, 34)” (ver texto íntegro más abajo), dirigida a todos los fieles católicos del arquidiócesis. En ella explica que ha dispuesto la creación de “Consejos solidarios”.

El pastor de la Iglesia de Santiago explica que la iniciativa surge en un contexto de “particular urgencia de la caridad” en el cual “muchos no tienen el pan de cada día”. Agrega que “Resuena entre nosotros la misión confiada por el Señor a los apóstoles “denles ustedes de comer” (Jn 13, 34). El hambre hoy golpea la puerta de nuestra Iglesia y nos provoca a salir al encuentro de los hambrientos, multiplicar los panes y vivir la misericordia”.
Funcionamiento de los “Consejos solidarios”
El arzobispo dice que los consejos solidarios serán presididos por el vicario zonal respectivo “y serán enriquecidos con la colaboración de diferentes actores de la Iglesia, para que juntos puedan animar el fuego de la caridad en cada territorio”. La nueva estructura busca ser una ayuda para los vicarios y a los párrocos en la animación y la multiplicación de la solidaridad en los territorios. Ayudará también a la interacción con municipalidades, organizaciones civiles, juntas de vecinos y otros grupos para que se fomente la unidad del servicio para superar la crisis.

Respecto de su funcionamiento, el “Consejo Solidario” estará constituido por sacerdotes, diáconos, religiosas y laicos y será presidido por el Vicario de cada zona. Buscará generar instancias de vinculación con las diferentes organizaciones civiles para multiplicar los panes, tal recuerda en su carta el Arzobispo de Santiago, y animará a los voluntarios y prestará servicios prácticos para la generación de nuevas iniciativas.

Monseñor Cristián Roncaglio, Vicario General y Moderador de la Curia, explica sobre el párrafo precedente que “Tal como nos ha dicho don Celestino, cada zona tiene realidades diferentes, por lo que apoyará la solidaridad en la diferencia, animando a unos más en la línea de las ollas comunes y a otros en la recolección de alimentos”.

¿Qué resultados se esperan?

Fortalecer y multiplicar la solidaridad. Actualmente hay muchas iniciativas pero, como lo ha señalado el Arzobispo, debemos redoblar los esfuerzos. Estos Consejos van en la línea de invitar proféticamente a que nadie quede fuera en esta cruzada de solidaridad, que tiene como principal foco dar de comer. Concretamente queremos multiplicar la ayuda fraterna, los comedores abiertos y ollas comunes y trabajar en estrecha sintonía con las organizaciones civiles en pro de este desafío común.

¿Cómo evalúa la acción de la Iglesia en tiempos de pandemia?

La Iglesia trabaja antes de la pandemia y durante, teniendo como especial foco en los que sufren. En la pandemia, por instrucciones del Arzobispo, hemos buscado ir en sintonía con lo que señalan las autoridades sanitarias y hemos establecido protocolos estrictos –quizás más que los de la misma sociedad– en nuestras propias actividades. Al mismo tiempo nos hemos puesto al servicio de los que más lo necesitan, como los migrantes, las personas en situación de calle y los más pobres. Sin duda falta mucho, pero estamos convencidos que debemos actuar en lo territorial, en lo concreto y servir allí.

Texto completo de la carta del Arzobispo

Estimados hermanos y hermanas:

¡Paz y bien!

En estos días sentimos con especial fuerza que la caridad de Cristo nos urge a salir al encuentro de los que sufren la pérdida de un ser querido, de los enfermos y de los que viven el dolor de la cesantía, que se expande vertiginosamente entre nosotros. Estamos muy cerca de todos ellos y los acompañamos en la fe.

Sin duda, una particular urgencia de la caridad es que hoy, muchos no tienen el pan de cada día. Resuena entre nosotros la misión confiada por el Señor a los apóstoles “denles ustedes de comer” (Jn 13, 34). El hambre hoy golpea la puerta de nuestra Iglesia y nos provoca a salir al encuentro de los hambrientos, multiplicar los panes y vivir la misericordia.

Valoro y agradezco que tantas parroquias, colegios e instituciones de Iglesia estén desarrollando diferentes iniciativas que buscan aplacar el hambre que hoy golpea a Chile. Pero en esta tarea de misericordia tan urgente, debemos redoblar nuestros esfuerzos. Al mismo tiempo, hemos de trabajar con los municipios, con las juntas de vecinos y con las diversas organizaciones civiles, para que unidos ayudemos a la multiplicación de los panes.

Como un signo concreto, en este día de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, he pedido la constitución de un “Consejo solidario” por cada zona de la arquidiócesis, que tendrá como tarea animar aún más la solidaridad en las parroquias e instituciones de Iglesia de cada territorio. Agradezco a los sacerdotes, diáconos y laicos que, junto al Vicario General y al Vicario de la Pastoral Social, han trabajado en la elaboración de criterios que servirán de marco referencial para este servicio solidario. Los consejos estarán presididos por el vicario zonal respectivo y serán enriquecidos con la colaboración de diferentes actores de la Iglesia, para que juntos puedan animar el fuego de la caridad en cada territorio.
Invito a todos los sacerdotes, a las comunidades parroquiales, a los colegios e instituciones católicas, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a asumir este desafío de caridad. Los invito a dar de comer a los que lo necesitan, a servir las mesas, a recolectar alimentos, a ir al encuentro del hermano, venga de donde venga, para vivir con él la misericordia. Sabemos que este aporte no es suficiente dada la magnitud de la crisis, pero es una contribución concreta para caminar juntos en la solución de la pandemia.

Pido al Señor de corazón que, movidos por la fuerza del Espíritu Santo, seamos solidarios para que a nadie le falte el pan de cada día.

Dios los bendiga,

+ Celestino Aós Braco OFM Cap.
Arzobispo de Santiago


Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 04-06-2020