La Tierra hoy está en descanso esperando el trabajo de prácticas renovadas, la emergencia sanitaria nos ha confinado y obligado a distanciarnos para prevenir el contagio del virus COVID-19, pero es también una oportunidad para entrar en pausa y discernir cuáles serán nuestras formas de realizar el trabajo comunitario en medio de la crisis climática y sanitaria, cómo avanzar a una reactivación económica sustentable, y cómo se protegen los recursos naturales que nos permiten mantener una vida en equilibrio con la naturaleza.

En este marco, el equipo del Programa de medioambiente, Gestión del Riesgo y Emergencias de Caritas Chile, realizó un cierre virtual, junto a los equipos de del proyecto "Respuestas Comunitarias en medidas adaptativas frente al Cambio Climático" de las localidades de Toconce, Lickan Tatai (Diócesis de Calama), San José de Maipo, el Canelo (Arquidiócesis de Santiago), Puerto Ibáñez y Puerto Guadal (Vicariato Apostólico de Aysén), ejecutores de la iniciativa financiada por Caritas Alemana.

El encuentro realizado el martes 7 de julio, comenzó con un cuento preparado por la coordinadora del proyecto de Calama Leonor Barra, quien compartió una historia de los pueblos originarios de América llamado "El Águila y el Cóndor", dejándonos como enseñanza que ante los cambios tenemos que pensar con el corazón. Esta historia llena de esperanza permitió conversar sobre las alegrías que se vivieron en el marco de la ejecución del proyecto, pues son resultado de un gran esfuerzo de los ejecutores quienes manifestaron la importancia del trabajo comunitario para la sostenibilidad de los procesos. Sin embargo la pandemia por COVID-19 deja cierta amargura en los procesos comunitarios, Doris Montoya nos comentó que: “Hoy en día queda en evidencia, lo frágiles que somos por lo tanto la importancia de fortalecer a la comunidad permite vivir estos tiempos con mayor resiliencia". En tanto, Sergio Zúñiga comentó “Somos seres sociales, seres capaces de levantarse frente a la adversidad y a las situaciones complejas como es la emergencia sanitaria. Pese a la situación que se vive en el planeta el recuerdo de las primeras visitas a las comunidades de San José de Maipo son una recarga para seguir trabajando por la comunidad".

Desde Aysén Verónica y Flor regalaron un momento gozoso de conexión con los elementos de la Tierra, “Todo está conectado”. Flor Quiroz expresó: “El espíritu nos inspira y nos acompaña desde el inicio del proyecto, en las comunidades de Ibáñez y Guadal partimos con las experiencias de vida” como eje principal para fortalecer aquellas prácticas ancestrales que son hechos que nos enseñan a enfrentar la crisis climática, y también la emergencia sanitaria, el rescate de la medicina natural, la importancia de las hierbas, las plantas, los árboles son fuente de protección ante la probabilidades de contagio".


El encuentro finalizó con un abrazo virtual en medio de sonrisas y buenos deseos, a la espera de retomar el trabajo en terreno junto a la comunidad.


Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas
CECh, 08-07-2020