El financiamiento estará a cargo de la pastoral social y la parroquia, los que se comprometen a dar la alimentación por esos días.

El asesoramiento de los trámites migratorios los realizaremos con la ayuda de INCAMI que durante todo este tiempo nos ha colaborado en la ayuda a los migrantes y que desde hace algunos meses somos partes de su organización siendo una de sus delegaciones.

Acogiendo la reflexión a la que nos invita el Santo Padre: “En la huida a Egipto, el niño Jesús experimentó, junto con sus padres, la trágica condición de desplazado y refugiado, «marcada por el miedo, la incertidumbre, las incomodidades. Lamentablemente, en nuestros días, millones de familias pueden reconocerse en esta triste realidad. Casi cada día la televisión y los periódicos dan noticias de refugiados que huyen del hambre, de la guerra, de otros peligros graves, en busca de seguridad y de una vida digna para sí mismos y para sus familias». Jesús está presente en cada uno de ellos, obligado —como en tiempos de Herodes— a huir para salvarse. Estamos llamados a reconocer en sus rostros el rostro de Cristo, hambriento, sediento, desnudo, enfermo, forastero y encarcelado, que nos interpela. Si lo reconocemos, seremos nosotros quienes le agradeceremos el haberlo conocido, amado y servido.

Los desplazados internos nos ofrecen esta oportunidad de encuentro con el Señor, «incluso si a nuestros ojos les cuesta trabajo reconocerlo: con la ropa rota, con los pies sucios, con el rostro deformado, con el cuerpo llagado, incapaz de hablar nuestra lengua». Se trata de un reto pastoral al que estamos llamados a responder”.

De este modo, la diócesis de Santa María de Los Ángeles y la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de la Obra Don Orione, ha querido ofrecer una respuesta concreta a una de las grandes necesidades de las personas migrantes recién llegadas a nuestra diócesis: contar con un lugar acogedor que les brinde un techo digno y seguro, cama y abrigo. Un lugar donde encontrar una mano amiga que les apoye y acompañe en este proceso, muchas veces duro de la migración: la Hospedería “Hospes Eram”, palabras latinas que significan “fui forastero”.

Estas instalaciones fueron bendecidas el día 01 de septiembre por el Revdo. P. Prince Arockiyam, Misionero del Verbo Divino, de nacionalidad india, quien desde hace tres años diez meses presta servicio en la parroquia Santiago Apóstol y en nuestro país, representando de este modo a la comunidad de personas migrantes que residen en nuestra diócesis.

Esta y otras iniciativas se continuarán desarrollando en el marco de la conmemoración de este mes en conjunto con el Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) con la invitación a la comunidad de involucrarse en la integración y conformación de un país multicultural que acoge a las personas migrantes.

Fuente: Comunicaciones Los Ángeles
Los Angeles, 03-09-2020