También fue parte del seminario el Arzobispo, Monseñor Fernando Chomali, quien recalcó a los asistentes que hoy tenemos una gran vulnerabilidad, lo que nos hace darnos cuenta que nos necesitamos más que nunca. También destacó cosas maravillosas, como la solidaridad desbordante, una gran oportunidad para que aparezca lo mejor del ser humano. “El mejor proyecto educativo que podemos dar a los jóvenes es enseñarles a ser solidarios, a vivir la profunda experiencia del amor. Ésa es la verdadera clase de religión que tiene que impregnar la clase de matemáticas, de física”. Además, señaló que esta es una gran oportunidad para pensar en los temas más de fondo como las inequidades, ya que antes veíamos llegar a los estudiantes con uniforme al colegio, pero casi el 30 por ciento de ellos no tiene computador ni conexión a internet. Asimismo, insistió en lo que dice el Papa Francisco: “Nadie se salva solo. Las fronteras caen, los muros se derrumban y todos los discursos integristas se disuelven ante una presencia imperceptible que manifiesta la fragilidad de lo que hemos estado haciendo: empezar de nuevo con más sencillez de corazón, con más humildad, porque al final nos damos cuenta que sólo Dios Salva”.

Por último, Monseñor Fernando Chomali felicitó a los profesores: “Hoy día ser profesor es ser héroe. Felicito a los profesores con tantas dificultades sacan adelante los cursos, con problemas técnicos, pero ahí están. Y de manera especial felicito a los profesores de religión porque hay miles de niños que en su casa no se les transmite la fe, no tienen acceso a la parroquia, no van a colegios católicos y el único espacio donde se les hacen preguntas que remiten a Dios son las clases de religión. Si la educación ya tiene sus propios problemas, cómo sería si no tuvieran los alumnos ese espacio de hablar, mostrar a Dios y hablar en nombre de él”.

Luego continuó el seminario con la exposición de la profesora Albina Tripayán, quien manifestó que la importancia de la priorización curricular en la asignatura de religión radica en tres aspectos: “Primero, en la gran oportunidad de poder realizar un proceso de trabajo colaborativo en un tiempo difícil, donde profesoras y profesores de religión provenientes de diversos contextos geográficos, sociales y culturales, con múltiples experiencias en los establecimientos educacionales, se unen a través del diálogo para aunar criterios y elaborar un recurso pedagógico en un corto período de tiempo. En segundo lugar, a través de este proceso se valida la asignatura de religión en el contexto educativo actual, y el aporte en la formación integral que puede entregar a los estudiantes en los diversos contextos. Finalmente, es necesario conocer las claves que fundamentan la priorización curricular de religión, las cuales reflejan la realidad en los establecimientos educacionales de hoy y la necesidad de poder atenderlas, con mayor apertura, utilizando un lenguaje cercano, respetuoso e inclusivo”. Durante el seminario, la expositora detalló el contexto de la priorización curricular, sus claves, y explicó el desarrollo de una clase desde sus objetivos hasta las actividades, para concluir respondiendo las preguntas de sus pares.

La Delegada Episcopal para la Educación, Adriana Fernández Álvarez, agradeció la participación de los profesores, y les motivó a continuar su formación en torno al Nuevo Programa de Educación Religiosa Escolar Católica 2020.

Comunicaciones, Vicaría Episcopal para la Educación

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 04-09-2020