30 años de la Diócesis de Melipilla

Domingo de Pascua, 4 de abril de 2021

30 años de la Diócesis de Melipilla

Creada por el Papa San Juan Pablo II, la diócesis de San José de Melipilla celebró 30 años de existencia, el Domingo de Pascua. La Eucaristía fue presidida por el obispo, don Cristián Contreras Villarroel. En su homilía hizo memoria agradecida de quienes han ido construyendo la diócesis desde mucho antes de su creación.

 
Viernes 09 de Abril de 2021
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Desmembrada de la arquidiócesis de Santiago de Chile, tres hijos de la Iglesia de Santiago han sido sus obispos, además de don Cristián desde el 2014, el primer obispo fue don Pablo Lizama, por quien siempre se le agradece y se pide por su salud; don Enrique Troncoso, hijo de Alhué, ya fallecido. La historia de la diócesis, dijo en su homilía Don Cristián, “se remonta a una zona del Arzobispado de Santiago, la antigua Zona pastoral Rural-Costa, que tantos frutos ha dado a la Iglesia en Chile: religiosas, laicos, familias, vocaciones sacerdotales, diáconos permanentes, hombres y mujeres de trabajo en la agricultura, en la pesca, sencillos trabajadores y la colaboración de muy buenos empresarios. ¡Cómo no agradecer al Señor por tanta bondad!”.

Nuestro obispo recordó al Cardenal Raúl Silva Henríquez, “que tanto quería a esta zona pastoral”. Y recordó también al P. René Vío; don Patricio Infante; el P. Demetrio Bravo; don Rafael, don Iván y don Jaime Larraín. P. Luis Borremans; P. Miguel Jordá; P. Ricardo Reyes, más conocido como “Padre Chocolito”; don Rosendo Gálvez; P. Benjamín Ulloa; P. Rafael Vicuña, gran gestor de los inicios de la diócesis. También vivió en la diócesis el Cardenal Juan Francisco Fresno después de finalizar su servicio pastoral como arzobispo de Santiago. Igualmente, al Cardenal Angelo Sodano quien siempre tuvo una gran cercanía con la entonces Zona Rural Costa, y con ocasión de los 25 años de la diócesis envió un saludo por video, en la Eucaristía presidida por el Cardenal Ricardo Ezzati.

También expresó su gratitud a los sacerdotes, invitándolos a apoyarse mutuamente y a servir con generosidad al pueblo de Dios confiado. Ellos cuentan con muchas personas y familias que acompañan a los sacerdotes construyendo la “Iglesia de todos los días”.

En la breve reseña de la historia diocesana el obispo recordó agradecido “la presencia de las mujeres: mamás, religiosas, catequistas, secretarias parroquiales, camareras de la Virgen del Carmen y voluntarias de hospitales y asilos de ancianos”. Agregó que los días de la pasión y muerte del Señor han “mostrado a los enfermos terminales y la pandemia que nos aflige; a los seres humanos en gestación que luchan por nacer; a los que no pueden salir de su pobreza, a todo aquel que necesita de una mano amiga. Estos días santos nos han señalado e invitado a peregrinar a las periferias del mundo y del corazón humano. Cristo resucitado nos invita a ser consecuentes con su enseñanza de que sólo se redime lo que se asume”. La homilía culminó con la invitación a que “cada uno de nosotros, nuestras familias y comunidades entremos de lleno en estos días de la Pascua. Es el tiempo pascual. Seamos humildes como el hijo que regresa a casa después de haber malgastado los bienes de su Padre. Y como él, recibamos el abrazo emocionado y las lágrimas de un Padre que nos espera sin descanso. Seamos tan grandes como los niños que desean la bendición y la caricia de Jesús. Seamos amigos cercanos de Jesús como San Juan, capaces de reclinar nuestras vidas junto al corazón del Señor. Seamos tan acogedores como María, la Virgen, para que el Espíritu Santo nos haga sentir y gustar cómo el Espíritu Santo engendra la vida de Dios en nosotros. Es el Espíritu Santo que como a María nos mantiene enteros a la hora de la Cruz y nos impulsa a comunicar a otros todo lo que hemos visto y oído en estos días.

Fuente: Comunicaciones Melipilla
Melipilla, 09-04-2021