En la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Portezuelo, la Diócesis de Chillán celebró la Misa Crismal encabezada por primera vez por el obispo Sergio Pérez de Arce. La actividad fue transmitida por Radio El Sembrador y por las redes sociales del Obispado.

La celebración contó con la renovación de las promesas sacerdotales del presbiterio y además con la consagración del Crisma con el que se ungirá a los bautizados y confirmandos, y la bendición del óleo de los enfermos. Tres momentos especiales que fueron seguidos por cientos de fieles conectados a través de las redes, además de la presencia de una asamblea formada por algunos diáconos permanente, religiosas y laicos de la comunidad local, para respetar el aforo propio de la fase 3.

En su homilía, el padre Sergio Pérez de Arce agradeció al presbiterio su unidad. “Somos hermanos en la misión y el obispo no puede desarrollar el encargo pastoral que le hace la iglesia sin la colaboración estrecha del presbiterio. Por eso, ante todo, mi gratitud sincera a los presbíteros y el llamado constante a estrechar nuestros lazos espirituales y pastorales para servir juntos al pueblo de Dios. Esta gratitud la extiendo a los diáconos permanentes, religiosas y otras personas que colaboran de manera estrecha en la conducción y animación de la misión pastoral. Aunque me integré a la Diócesis en un tiempo difícil de su historia, primero como administrador apostólico y hace menos de un año como obispo, vuelvo a dar fe que he encontrado un ambiente favorable para crecer en la confianza mutua y en auténtica disponibilidad para llevar adelante la misión evangelizadora. Gracias por la entrega de cada día, gracias a los sacerdotes por mantenerse firmes en el servicio del pueblo de Dios en medio de no pocas pruebas. Y gracias también por buscar las formas de servir a los hermanos y anunciar la palabra en medio de esta pandemia larga y penosa”.

Seguidamente, el obispo recordó al sacerdote Tarcisio Troncoso, fallecido el pasado 8 de febrero y oró por los sacerdotes enfermos y más ancianos. “Agradecer también por los sacerdotes nuevos, un regalo que nos ha hecho Dios en las personas de Tomás y Eduardo”.

“Nos reunimos en torno a Cristo, el ungido, a quien el Espíritu Santo ungió para la misión del Reino y para hacer presente en el mundo el entrañable amor de Dios. Los sacerdotes y los cristianos en general no hemos sido ungidos separados de Cristo. Es Él, el Señor, quien nos hace participar de la unción para hacer presente su consuelo y su gracia en medio de su pueblo. La misión de ungir no se agota en la unción sacramental, en ungir con el crisma o el óleo en el contexto de un rito u oración, sino que nos lleva a entregar de corazón la vida por nuestros hermanos. Cuando Jesucristo se presenta en Nazaret, como lo escuchamos en el evangelio, lo hace como el ungido por el espíritu, el enviado a dar buenas noticias a los pobres, liberación a los cautivos, vista a los ciegos y libertad a los oprimidos. Y hace realidad todo eso en los múltiples signos, palabras y acciones que expresan su cercanía y la ofrenda de su vida por amor. Así nos muestra Jesús de qué se trata ser ungido por el Espíritu”, expresó.

“Siempre me gusta pensar que antes o junto con ser llamados a la tarea o misión, hemos sido ungidos por Jesús con el aceite del consuelo. Antes de ser llamados a algo, hemos sido amados y sanados por Jesús, somos parte de esos pobres, de esos cautivos, de esos ciegos, de esos oprimidos que hemos recibido la buena nueva, la liberación, la vista y la libertad de parte de Cristo. Hemos sido rescatados, misericordiados y tenemos que recordarlo agradecer siempre porque hemos sido tomados desde el pueblo para servir al pueblo. Hemos de volver a Cristo una y otra vez para ser rescatados constantemente por el Señor”.

Asimismo, el padre Sergio hizo un llamado a “a pedirle al Señor que nos enseñe a no separar el rito de nuestra entrega más honda, a no caer en un ejercicio de nuestra misión de modo impersonal o funcional, sino a ser un auténtico sacramento y signo eficaz de la presencia de Cristo Salvador en medio de su pueblo”.

La Misa Crismal se desarrolla cada año en Semana Santa, sin embargo la pandemia hizo que no se realizara el año pasado y que este 2021 se aplazara hasta este martes. La ceremonia completa puede volver a ser revisada en el Canal YouTube y Facebook Diócesis de Chillán.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán , 02-06-2021