A la celebración en Torno al Altar, que fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Osorno, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, asistió un centenar de fieles que cantaron, aplaudieron rezaron, y elevaron su oración universal por la Iglesia, por el Papa Francisco, por las distintas necesidades que tiene nuestra patria, por los hermanos y hermanas haitianos que sufren a causa del terremoto que azotó su país este fin de semana, y para que pronto se acabe la pandemia en Chile y en el mundo.

En el ofertorio, el presidente del Secretariado Diocesano, Eduardo Escobar y su esposa María Eugenia Cid, llevaron al Altar un cirio encendido como signo de “sentirnos iluminados por la Luz de Cristo en las diferentes actividades de nuestro movimiento”, relató el moderador de la celebración. El presidente del Secretariado Nacional, Marco Antonio Leyton y su Esposa Anny Beatriz Yáñez, presentaron la Guía del Peregrino, “como signo de unidad en la oración diaria y nos ha mantenido unidos”, y una familia integrante de la Vocalía de Piedad presentó una caja de ayuda fraterna como signo de solidaridad, que irá en apoyo del trabajo que realizan las hermanas Siervas de Jesús de la Caridad.

La asamblea presente ingresó al templo alrededor de las 11.00 horas de este domingo 15 de agosto, luego de cumplir con el protocolo establecido por la autoridad sanitaria. También participaron en la concelebración de la Santa Misa el Vicario General, padre Mauricio Cárdenas: el Vicario Pastoral, padre Jorge Gómez, el Asesor Nacional del Movimiento Cursillo de Cristiandad, Padre Walther González, el párroco de la comunidad Santa Rosa de Lima, padre Américo Vidal; el Vicario Parroquial de la parroquia Espíritu Santo, padre Aures Da Silva, SVD.

En la ocasión, monseñor Jorge Concha Cayuqueo destacó la alegría de volver a celebrar la Eucaristía en la Catedral San Mateo Apóstol de manera presencial, después de más de un año y este domingo se festeja el día de la Resurrección, el día de la Vida Religiosa, de la Vida Consagrada y 54 años del Movimiento de Cursillo de Cristiandad en la diócesis de Osorno, y “por esto hay que dar gracias a Dios”.

También instó a agradecer al Señor “por suscitar en la Iglesia los Cursillos de Cristiandad y por su presencia servidora en nuestra Iglesia osornina, los carismas son dones del Espíritu Santo Para la Iglesia y son dispuestos por el mismo Espíritu para el servicio de la evangelización, e hizo un poco de historia y destacó que los cursillos nacen en la década de 1940 en España y luego se extendieron a muchos lugares del mundo: el 15 de agosto de 1967, con el apoyo del primer obispo de Osorno, monseñor Francisco Valdés Subercaseaux se realizó el primer cursillo para hombres, y el año siguiente, en 1968, se realizó el primer cursillo para mujeres en nuestra diócesis. Hoy estamos celebrando 54 años del primer cursillo realizado en Osorno”.

Sin embargo, agregó que junto con agradecer, con hacer memoria y recordar el pasado, en esta eucaristía “le damos gracias al Señor por el Espíritu que anima a todos ustedes”, y destacó que a nivel mundial los cursillistas se esfuerzan por colaborar “en la evangelización de anunciar a Jesucristo en primer lugar con el testimonio de vida, de oración, de fraternidad, de alegría y también con el servicio evangelizador en los distintos ambientes”.

“Y una nota particular, que yo también he podido ver aquí en Osorno es la participación activa de muchos de ustedes, en sus comunidades parroquiales” agregó y señaló que esto es muy relevante en todo momento, especialmente en los tiempos difíciles, aquellos que son abrumadores, “sin desconocer que también en nuestros tiempos complicados es tiempo de esperanza, pero ustedes tienen una nota que hace tanto bien y que habla tanto de Cristo Resucitado; que es la alegría”.

“Porque la alegría en un cristiano dice mucho de su fe en Cristo que ha resucitado, que ha vencido la muerte y que nos hace partícipes, y vemos que en María se ha cumplido más cabalmente todo lo que el Resucitado tiene dispuesto para todos nosotros, y esa alegría que ustedes ponen de relieve, yo la subrayo mucho porque es un gran aporte para todos en este tiempo sobre todo”, añadió monseñor Jorge.
Destacó además que los miembros del Movimientos de Cursillo de Cristiandad, cumplen con lo que Jesús hace notar en el Evangelio, “el ser Sal en la vida del mundo y Luz en medio del mundo sobre todo cuando hay oscuridad”, y explicó que el antídoto de la tristeza es la alegría que nace del corazón, de la paz, “ y la Luz es el antídoto para la oscuridad que provoca la tristeza”.

Reiteró los agradecimientos “en esta eucaristía por su contribución, por su presencia y por su aporte en la evangelización aquí en nuestra Iglesia particular de Osorno. María es ejemplo, es modelo para todos y todas, para mantener el sentido de nuestra vida que está marcado por Jesucristo Resucitado”.

Al finalizar la Santa Misa, el coro compuesto por músicos y cantantes cursillistas, interpretaron el tradicional y característico canto “De Colores”, en que la asamblea presente entonó con fuerza y alegría para despedir el Banquete Eucarístico con que fue celebrado el 54 aniversario de presencia en la Diócesis de Osorno.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 17-08-2021