La cita fue en el Instituto Santa Marta de Curicó desde las 09:00 horas y convocó a los agentes pastorales de las 5 Zonas de la Diócesis de Talca, quienes fueron recibidos con un desayuno de bienvenida.

Seguidamente se inició el encuentro con un saludo por parte del padre Cristian Avendaño, Vicario Pastoral: “El objetivo que tiene este CPD de hoy, es escuchar como pueblo de Dios, todos reunidos, dialogando, haciendo discernimiento de la voluntad de Dios para nuestra Iglesia diocesana en torno a lo que nosotros ya venimos realizando”.

Luego se realizó una oración y reflexión, a cargo del hermano Guido Goossens, integrante del equipo de espiritualidad del Sínodo de los Obispos. Y posteriormente, Claudio Salas, diácono e integrante del equipo diocesano del Sínodo, fue el encargado de dar un repaso en lo que se ha venido trabajando y en qué consiste este Sínodo que convoca a toda la Iglesia.

“Este discernimiento nos tiene que decir a todos, qué quiere el Espíritu de nosotros. Un poco de contexto en este proceso de discernimiento son los conflictos locales e internacionales, el cambio climático, los abuso en la Iglesia, las migraciones, el estallido social, la pandemia (…) el 2018 fue el año de la crisis eclesial, comenzamos el proceso de escucha y nos propusimos que teníamos que poner a Jesucristo en el centro de nuestras vidas, lo habíamos sacado a Él y habíamos puesto personas en su lugar. Nos encontramos y nos dimos cuenta que en la oración y en el Evangelio podíamos encontrar a Jesucristo”.

Proceso de discernimiento constante
Guiados por este énfasis pastoral, Claudio Salas agregó que seguimos impulsados a vivir en un constante discernimiento en nuestra Iglesia.

“¿Qué nos arrojó el discernimiento?, ¿qué nos pedía en los 4 signos de los tiempos?, el cambio permanente, el cuidado de nuestro planeta, la dignidad de la persona, nuevas formas de familia, eso nos llama a un constante discernimiento en nuestra Iglesia (…) esta dimensión de discernimiento comienza en nuestra diócesis, seguimos con el encuentro latinoamericano y nos lleva al encuentro a nivel mundial del Sínodo de los Obispos, donde todos y lo que ustedes hoy día puedan plasmar en su resumen, va a estar en ese informe que va a tener el Papa y que va a llevar nuestro Obispo Galo en el año 2023”.

¿Cuál es la finalidad del Sínodo?
“Escuchar, como todo el pueblo de Dios lo que el Espíritu dice en la Iglesia, todo el proceso sinodal pretende promover una experiencia vivida en discernimiento, la finalidad del cristiano es vivir su vida en discernimiento (…) El camino de la sinodalidad, es el camino que Dios espera que la Iglesia del tercer milenio recorra, ese camino de encuentro, el camino de la escucha, el camino de vivir la sinodalidad, eso es en lo que tenemos que ir avanzando”, agregó el diácono.

Darle otra vuelta
Finalizada la intervención del diácono, se armaron 9 grupos, con los más de 60 participantes que asistieron al CPD, para que pudieran realizar el trabajo en equipo. El cual consistía en jugar con un mazo de naipes llamado “Démosle otra vuelta”, donde cada naipe tenía definiciones, relacionadas con el mundo eclesial a partir del proceso de Discernimiento Nacional.

Allí cada integrante de cada equipo debía escoger dos naipes, con las palabras que creía eran más importante, luego quedarse con una, y posteriormente como equipo debían debatir y entre todos escoger solo un naipe. Realizado esto, debían llenar su hoja resumen y escribir en una cartulina la palabra que escogieron como equipo y ¿qué cosas se podían hacer para mejorar?

Entre las palabras que destacaron estaban: Misión, fe, escuchar, servicio, dignidad, respeto y comunidad. Allí cada equipo pudo exponer sus argumentos y propuestas concretas para trabajar en cada ítem elegido.

Caminar juntos
Ya casi al finalizar el encuentro, nuestro obispo el padre Galo Fernández, dirigió unas palabras a todos los participantes del CPD, agradeciendo la asistencia de todos, en este retorno a la presencialidad.

“Si yo tuviera que escoger, escogería el mandato de Jesucristo ‘Ámense unos a otros como yo los he amado’ y no hay amor más grande que dar la vida por lo que se ama. Y me parece que esa es la fuente de este Espíritu que nos convoca a caminar juntos como una sola Iglesia, y eso exige escucharnos, y escuchar al que piensa distinto y no aplastarlo con mi opinión. Escucharlo y tratar de integrar (…) en realidad eso es lo que tiene que caracterizarnos, una Iglesia que se hace cargo de aspectos diversos de la realidad y de las personas”.

Finalizó sus palabras invitando a preguntarnos ¿cómo contribuir a que las crisis devengan en crecimiento y no en destrucción?, y agradeció a todos por el cariño a la Iglesia y al mandato de Jesucristo.

Este último CPD de este año 2021, finalizó con el tradicional compartir de empanadas.

Fuente: Comunicaciones Talca
Curicó, 23-11-2021