El tercer día de fiesta en el Santuario de La Candelaria estuvo dedicado a orar por las personas migrantes. La novena y la misa de la tarde fueron presididas por Mons. Ricardo Morales.

Por la tarde, el obispo centró la catequesis de la novena en el concepto Iglesia Pueblo de Dios, título privilegiado por el Concilio Vaticano II y que quiere expresar la totalidad de los creyentes. “La sinodalidad surge de tomarse seriamente la categoría de Pueblo de Dios de la iglesia” dijo el obispo, y agregó que “todo el Pueblo de Dios comparte el llamado a participar en la vida de la iglesia, en las parroquias, pequeñas comunidades cristianas, movimientos laicales, comunidades religiosas y otras formas de comunión. Mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, todos invitados a escucharnos unos a otros para oír los impulsos del Espíritu Santo, introduciendo vida y vitalidad a la iglesia” e invitó a todas las comunidades a emprender este “viaje sinodal, haciendo todo lo posible en experiencias de atenta escucha”.

El amor como criterio fundamental
“La justicia de Dios tiene la misericordia como principio liberador” dijo el obispo en la homilía, al presidir la misa de la tarde. Recordó que “todo el testimonio de Cristo es predilección por los marginados, los excluidos, los que no cuentan”. Dijo que “el amor es el criterio fundamental, Cristo es el testigo y mártir de ese amor, y lo que da sentido al cristianismo es el amor, pero no el amor dulzón de telenovela, sino el amor que da la vida, que se entrega por el otro”. Destacó que “uno puede ver reflejos de ese amor de nuestros padres o abuelos, o familiares cercanos, que se olvidaron de sí mismo para procurar el bien del otro, sacándose el pan de la boca para darlo a sus familias, trabajando horas extras para llevar lo necesario a la casa, amor que se olvida de si mismo. Madres, abuelas, que esperaban con paciencia que su hijo llegara en la noche, siempre con un plato caliente para su hijo”. Concluyó que “al final no nos va a preguntar cuánto hicimos sino cuánto amamos, pidamos al señor que nos regale con su gracia que nos ayude a vivir ese amor”.

Es importante señalar que las misas y la novena son presenciales en el Santuario, siempre cumpliendo las medidas sanitarias, y que los encuentros masivos serán online, sin personas en el templo. El lunes 31 es el día dedicado a los enfermos, por lo que la bendición será a las 17 horas, de manera virtual.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 30-01-2022