Los creyentes piden a los sacerdotes rezar por sus preocupaciones, necesidades y alegrías; por parientes y sobre todo por sus seres queridos muertos. A estas intenciones los fieles agregan una suma de dinero que sirve para la mantención del sacerdote que dice la misa. Con estas donación, el creyente simboliza que también él quiere ser parte de las ofrendas, del pan y del vino, y de este modo entregarse para el bien de la Iglesia y del mundo, al igual que Cristo.

Región de los Grandes Lagos. Africa. “Nuestro obispado está sumido en el caos y la intranquilidad, pero nuestra misión sigue trabajando. Sentimos la decisión amarga de los enemigos de la Iglesia de sacarnos de nuestro equilibrio. Dos sacerdotes fueron asesinados y yo escapé de la muerte, sólo por gracia de Dios. Otros sacerdotes fueron maltratados y golpeados. En la televisión la Iglesia es presentada como enemiga y ridiculizada. Pero nuestra misión sigue con sus programas de catequesis, nuestros retiros para laicos y ejercicios para sacerdotes. Sus encargos de misa nos fueron muy útiles. Les pido que sigan rezando y enviando estas intenciones. Nuestras condiciones son difíciles, pero no cejaremos en nuestro esfuerzo evangelizador”.

Estas son las palabras de un sacerdote radicado en la región de los Grandes Lagos, en África, allí donde la guerra arrasa con lo material y con las esperanzas. En ese lugar, los sacerdotes recibieron 2000 intenciones de misa de parte de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS).

Así como ellos, miles de sacerdotes misioneros en todo el mundo, evangelizan en lugares de real necesidad. Al adquirir las coronas de caridad de AIS usted les permite continuar con su trabajo pastoral en países como China, India y Sudán. Por una donación de $3.000, ellos celebran una Misa por los difuntos encomendados a su oración y el familiar, recibe una tarjeta de condolencia con un libro del Santo Rosario de regalo.

Usted puede encargar una corona de caridad en el teléfono 2641877 , vía e-mail a ais@ais-chile.org o en Román Díaz 97 (Metro Manuel Montt).
, 17-06-2004