La Acción Litúrgica en la Catedral de Copiapó, marcó la celebración de Viernes Santo, a la hora en que la tradición indica que murió Jesús en la cruz, a las tres de la tarde. La liturgia comenzó con la postración del obispo, Monseñor Ricardo Morales, junto a los sacerdotes y diáconos que acompañaron la celebración. Luego se dio lectura a la Pasión del Señor. En su reflexión, el obispo destacó que la Pasión del Señor tiene similitud con nuestra, “en la que a veces encontramos amigos que permanecen fieles, a la madre, que acompaña en el dolor; a amigos que nos traicionan”.

Habló de las dificultades y dolores actuales, como la pandemia, la guerra, la destrucción del medio ambiente, la violencia, el tráfico de personas, de armas y de drogas. “La actitud de Jesús es el silencio”, señaló. “Silencio del que no se defiende; es no darle el gusto al mal, que quiere que nos rebelemos y respondamos con violencia. Sólo desde la obediencia de Cristo tendremos vida; en el dolor hay un Padre que nos sostiene, esa es nuestra certeza”. Y concluyó diciendo que “desde el silencio de la cruz surge la luz que vencerá las tinieblas y el mal, porque tenemos la certeza de Dios con nosotros, y que jamás nos abandona”.

Esta liturgia terminó con la Adoración de la Cruz. Así se dio comienzo al Vía crucis, que recorrió las calles del centro de Copiapó para terminar de nuevo en la Catedral.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 15-04-2022