Tras cien años de servicio pastoral, diócesis de Copiapó despide a los Franciscanos Menores

Tras cien años de servicio pastoral, diócesis de Copiapó despide a los Franciscanos Menores

 
Jueves 12 de Abril de 2007
Después de cien años al servicio de la Iglesia de Atacama, se despiden de la diócesis los Franciscanos Menores, conocidos por la comunidad como los Padres Belgas.

La partida, que significa una gran pérdida para la Iglesia diocesana, se produce, según el Padre René Pesenti, a cargo de la comunidad que ahora se despide, debido a la falta de vocaciones. “Tenemos que fortalecer nuestras comunidades- señaló el Padre Pesenti-, para poder entregar un buen servicio a los hermanos, es por eso que nos vamos de la diócesis, con mucho dolor, pero también con la disposición de ponernos al servicio de la Iglesia donde el Señor nos envíe”.

Según agregó el sacerdote, la comunidad también vive este momento con dolor, pero con una muy buena organización, para continuar con el trabajo que han realizado hasta ahora, esta vez a cargo de los laicos, además de la conducción de los Padres Franciscanos Conventuales.

En palabras del Obispo de Copiapó, Monseñor Gaspar Quintana, esto “será una gran pérdida para nuestra diócesis, por la enorme labor que han realizado los frailes, tanto en el área de la educación como en la inserción pastoral. Por eso damos gracias a Dios por la presencia de ellos en nuestras tierras, sin descartar, si Él lo quiere, que algún día puedan volver”.

Por último, el Obispo señaló que es deber de las familias orar por el aumento de las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada.

Los Franciscanos Belgas

Hasta 1907 el convento-iglesia San Francisco de Copiapó estuvo servido por los franciscanos de la Provincia chilena de la Santísima Trinidad. En esa fecha lo tornan a su cargo los franciscanos flamencos de la Provincia de San José de Bélgica. Varios de ellos habían llegado, algunos años antes, para reforzar la presencia de la Orden en el Norte del país. Gobernaba ese grupo el P. Juan José de Cock quien llevó y presentó a los nuevos misioneros a la feligresía.

A partir del año 1921 el Padre Negro figura como miembro de esa comunidad.

Tomaron la dirección del Liceo Católico, que hicieron progresar en lo académico y en lo material. Merece una especial mención el P. Oscar Cosemans quien durante largos años dirigió con maestría ese Instituto. Varios religiosos dictaban asignaturas en el Colegio del Carmen, en la escuela Buen Pastor, Liceo nocturno, Escuela Técnica Belén, Liceo de Niñas, Liceo Coeducacional Nocturno, Liceo de Hombres.

También podemos destacar entre varios al P. Juan José Meyer, P. Frans Vos, P. Rogelio Wouters, P. Luis Vervaet, P. Pablo Renders, P. Bernardo, Hno. Pascual Varela.

Con el correr de los años, los franciscanos belgas optaron por retirarse de San Francisco y del Liceo Católico para trasladarse a un sector popular de Copiapó, dando testimonio de vida evangélica y de obediencia al carisma franciscano. Últimamente han estado en el sector que abarca Cartavío, ampliación Cartavío, Barrionuevo, Colina, la Hacienda San Pedro y Piedra Colgada.

El Liceo Católico quedó en las manos del Obispado de Copiapó mientras que la Iglesia y Convento San Francisco fueron entregados por los franciscanos belgas a los franciscanos conventuales italianos de la Provincia de San Antonio de Padua, quienes siguen manteniendo la actividad pastoral con la vitalidad de siempre.

A partir del 13 de abril, los Padres Franciscos Belgas, abandonan la Diócesis de Copiapó, luego de 100 años, dejando un recuerdo imborrable y una presencia fecunda, “que habitó entre nosotros”.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 12-04-2007