1. Hoy es Navidad. Hoy es el día en que nace el Hijo de Dios en nuestra tierra como uno de nosotros. Hoy Jesús nace de María Virgen para ofrecernos como un regalo la vida divina que nos trae la paz, nos hace hijos de Dios y hermanos entre nosotros.
2. Celebrar la Navidad no es celebrar un simple aniversario. Celebrar la Navidad es revivir hoy el acontecimiento que nos trae la salvación de Dios en su Hijo hecho hombre.
3. Navidad es el tiempo en que se manifiesta la humildad de Dios que se ha inclinado hacia nosotros. María inclinada hacia el Niño es la imagen de Dios que se acerca para darnos vida. En el Pesebre ella es imagen de la Iglesia que donde está presente recibe, cuida, alimenta y vive atenta al llanto de Cristo.
4. En el Pesebre de Belén todo hombre o mujer, de cualquier edad, raza o condición puede sentir que Dios lo mira y lo trata como a un hijo. El Niño que duerme sereno en la pobreza atrajo para siempre esa mirada divina sobre cada uno de nosotros.
5. ¡Cuánta falta nos hace acoger esa mirada misericordiosa de Dios para derretir nuestros odios y soberbias, nuestras avaricias y ansias de poder; para dejar atrás la violencia en nuestras familias y para defender la vida humana inocente!
6. Sin la luz divina de Belén no podremos vencer la oscuridad inclemente del narcotráfico, las injusticias, el terrorismo, la indiferencia, la destrucción de la naturaleza.
7. En Navidad Dios nos ofrece el perdón que nos hace libres y felices. Él hace que las lágrimas de vergüenza y de dolor se transformen en la sonrisa de quien se sabe amado… Él abre el corazón a la esperanza de una vida nueva… Dios viene a nuestro encuentro, rompiendo el círculo del egoísmo que nos envuelve, para hacernos también a nosotros instrumentos de misericordia (Papa Francisco “Misericordia et misera” Nº 3).
8. Hoy es Navidad y la Virgen Madre nos invita a recibir a Dios en el corazón. No temas nos dice María, no temas, acércate a Dios. Su misericordia iluminará tu vida y llenará tu corazón con esperanza. Si vienes al Señor todo tendrá sentido, aún los dolores y penas más profundas que puedas tener. A Él no le importa tu miseria, tus pecados, tu pasado…sólo le importa tu liberación, tu alegría, tu paz.
9. En el Pesebre todo es misericordia, todo es misionero, todo está dispuesto para que cualquiera pueda experimentar la gracia y la misericordia salvadora del Señor.
10. El pesebre es una luminosa imagen de paz que vuelve a iluminar de nuevo la noche del alma y del mundo. Llevemos esa luz a los márgenes donde tantos excluidos viven sin esperanza.
11. La verdadera y duradera alegría brota del corazón que ha sido tocado por la misericordia. Difundamos por todas partes esa misericordia que nos ha tocado, hagamos llegar a todos… a través del testimonio de los creyentes, la caricia de Dios (Papa Francisco “Misericordia et misera” Nº 20).
¡FELIZ NAVIDAD y un AÑO 2017 LLENO DE BENDICIONES!
+ HORACIO VALENZUELA ABARCA
Obispo de Talca
