Atacama despidió con tristeza y agradecimiento a Frailes Franciscanos Menores.

Atacama despidió con tristeza y agradecimiento a Frailes Franciscanos Menores.

 
Lunes 16 de Abril de 2007
Acompañados de sacerdotes de toda la diócesis se despidieron de Atacama los Frailes Menores de la Orden Franciscana, en una misa celebrada por el Obispo diocesano, Monseñor Gaspar Quintana, el pasado viernes 13 de abril.

En la celebración estuvieron presentes el Superior de la Congregación, Padre Rogelio Wouters y el sacerdote a cargo de la comunidad en la diócesis, P. René Pesenti, además del Superior diocesano de los Franciscanos Conventuales, P. Maurizio Bridio, gran cantidad de sacerdotes, diáconos y fieles, entre los que se encontraban autoridades regionales y comunales, que repletaron el templo San Francisco.

La Misa comenzó con una breve reseña realizada por el P. Pesenti, enumerando parte de lo que ha sido el enorme y extenso trabajo pastoral de los frailes en la diócesis, recordando también a miembros de esta congregación que han hecho historia en la región. Luego se dio paso a la lectura del saludo de la Intendenta regional, que no pudo asistir, sin embargo, envió a quien la subroga, el Gobernador provincial. En su mensaje, la Intendenta agradeció el servicio pastoral entregado por los religiosos durante el siglo que estuvieron en Atacama.

Después vino el saludo del Obispo emérito de Linares y de Copiapó, Monseñor Carlos Camus, quien señaló ser testigo del sacrificio y del esfuerzo que dejan en Copiapó, y expresó su pena y agradecimiento por lo que han significado para la diócesis.

Un largo y hermoso recorrido en Atacama

En su homilía el Obispo de Copiapó expresó la sentida gratitud de la diócesis hacia los religiosos, destacando su gran capacidad de trabajo, su humildad y cercanía con las personas, su testimonio y carisma franciscanos, su presencia en la educación y en la inserción pastoral. Don Gaspar agregó que su experiencia de estos años como Pastor le permitió captar “cómo la espiritualidad franciscana ha colocado en medio de la aridez del paisaje y de la dureza en la lucha por la supervivencia, una cuota voluminosa de humanidad, de belleza espiritual y sentido social, de encuentro de hermanos y hermanas, de participación responsable y organizada en la construcción del Reino”.

El Obispo concluyó que “el largo y hermoso recorrido que han hecho los Frailes Menores en estas pampas y valles de Atacama, con el don de gracia recibido del Espíritu, nos permite constatar las innumerables maravillas que el Resucitado ha hecho a favor de su pueblo”, e hizo votos por que esta nueva etapa fuera igual de fecunda, y si la gracia de Dios lo permite, algún día pudieran volver a la diócesis. Señaló además, la tarea que nos deja esta partida, que es la de orar por las vocaciones y llamó a las familias atacameñas a presentar el sacerdocio y la vida religiosa como una alternativa para sus hijos.

Luego, hizo uso de la palabra el P. Rogelio Wouters, quien señaló en emotivas palabras, que la orden optó por cerrar nueve casas en todo el país y fortalecer los sectores más débiles, redescubriendo así su carisma misionero. Además, no cerró las puertas a un posible retorno.

Finalmente, la ciudad de Copiapó reconoció a los religiosos, a través de un galvano de agradecimiento que el Alcalde de la comuna entregó al P. Wouters.

La celebración concluyó con una convivencia fraterna en el patio del templo, ocasión en que las personas pudieron compartir con los frailes y expresar sus sentimientos por esta partida.

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Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 16-04-2007