En la Catedral San Mateo Apóstol, al iniciarse el Banquete Eucarístico algunos niños y niñas, representantes de catequesis de primer y segundo año, además de la catequesis inclusiva, personificando a la Virgen María, San José, los Pastores y Reyes Magos, en solemne procesión por la nave central del templo, llevaron la imagen del Niño Dios hasta el presbiterio donde lo entregaron al obispo de la Diócesis de Osorno.

El Pastor lo alzó para exponer a la asamblea la presencia del Emmanuel entre los presentes, e inmediatamente después fue puesto a los pies del Altar, donde los personajes del Nacimiento lo acompañaron durante la celebración de la Santa Misa.

Después de la bendición de los fieles más pequeños presentes en la Fiesta de la Eucaristía, la asamblea vivió un momento de adoración, de contemplación y oración al paso de la imagen de Jesús hecho Niño, alzado por el obispo Jorge quien recorrió los pasillos del templo, mientras el coro entonó “Noche de Paz”.

La procesión finalizó cuando la imagen del Niño Dios fue puesta en el Pesebre a un costado del Altar, en tanto los presentes, después de la bendición final, continuaron con el momento de contemplación y reflexión junto al canto.

Mensaje del Obispo
En su homilía monseñor Jorge Concha recordó que el Hijo de Dios se hizo pequeño y pobre “nació en Belén, en un pesebre que nos ayuda a encontrarnos con ese camino elegido por Dios para acercarse más a nosotros”.

“El Hijo de Dios entra en nuestra historia a través de la Virgen María, y Ella nos representa a la humanidad toda. Dios que es Camino, Verdad y Vida, se hace camino, verdad y vida en cada uno de nosotros. Él viene a participar de nuestra existencia, de nuestra historia”, añadió.

El Señor “también entra en nuestra historia como pueblo, Él va con nosotros empujando, animando, sustentando lo que es semilla de su Reino diseminada en nuestras vidas y en nuestras historias y en la historia de la humanidad”, aseguró el obispo de la Diócesis de Osorno.

“Esas semillas del Reino están en nosotros sembradas en nuestro corazón y es por eso que cada vez que vivimos en verdadera y en mejor fraternidad renace el Hijo de Dios, hay un nuevo Belén, y es por eso que podemos decir que Él renace muchas veces cuando hacemos lo que Él quiere, su voluntad”, agregó.

“Cuando hay más y mejor justicia entre nosotros, renace el Hijo de Dios, hay un nuevo Belén. Cuando hacemos opciones por la paz en todos los niveles de la vida personal, familiar, comunitaria, nacional, renace el Hijo de Dios y hay un nuevo Belén. Cuando hay expresiones de amor auténtico entre nosotros, cuando nos perdonamos, cuando cambiamos de vida renace el Hijo de Dios y hay un nuevo Belén”, continuó el padre Jorge.

“Cuando nos reconocemos como somos y nos respetamos, renace el hijo de Dios, hay un nuevo Belén, cuando nos esforzamos por vivir mejor en comunidad, reconociendo que nos necesitamos todos, los unos a los otros para vivir, y a veces para sobrevivir en las adversidades renace el Hijo de Dios y hay un nuevo Belén. Todos nos necesitamos, y a veces cuando estamos bien, nos olvidamos de eso, pero cuando hay catástrofes ahí si que es claro que nos necesitamos. En ese sentido somos como unidad más de lo que pensamos y hay un nuevo nacimiento del Señor, un nuevo Belén”, aseguró.

Añadió que “cuando reconocemos a Dios como se nos ha revelado, no como cada uno lo quiera, y cuando lo respetamos renace el Hijo de Dios, hay un nuevo Belén. Cuando reconocemos a los demás como semejantes, como hermanos, como personas, en su dignidad, renace el Hijo de Dios y hay un nuevo Belén”.

“Podríamos seguir enumerando”, dijo el obispo Jorge y añadió, “Cada vez que ponemos en práctica la Semilla del Reino, renace el Hijo de Dios y hay un nuevo Belén. Cuando ponemos en práctica esa semilla del Reino como lo hizo Jesús, entonces el Hijo de Dios nace y renace muchas veces en la vida personal, comunitaria, en la vida de familia, como nación también”.

“No estamos solos, porque el Señor desde que se encarnó en la Virgen María es parte de nuestra familia, Él está con nosotros. Esa compañía y esa presencia en el centro de cada uno, en el corazón, en la mente, en la vida, nos hace personas nuevas, hombres y mujeres nuevos”, señaló.

“Que Jesús, queridos hermanos y hermanas renazca una y mil veces en cada uno de nosotros, en nuestras diversas formas de participación social y comunitaria, y que renazca muchas veces en nuestro Chile de hoy y el de mañana, y que renazca y sea fuerte su presencia en el mundo, porque Él es la Buena Noticia que hace bien a la humanidad”, finalizó el obispo.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 25-12-2022