Al iniciar la Santa Misa el obispo Jorge Concha Cayuqueo bendijo el agua con la cual asperjó a la asamblea, y después de su homilía también invocó la bendición de Dios sobre el Altar y el Sagrario, mientras los feligreses junto al coro de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria acompañaron con el canto.

A esta Fiesta del Banquete llegaron hermanos y hermanas de la comunidad parroquial y de otras partes de la provincia de Osorno que quisieron ser partícipes de tan importante acontecimiento para los fieles del lugar, donde el 21 de enero de 2020 la caída de un árbol sobre el templo, lo dañó gravemente en su estructura.

Concelebraron en esta ocasión el padre Claudio Fábrega OFM, párroco de la comunidad dedicada a Nuestra Señora de la Candelaria, y sus hermanos de congregación fray Eugenio Prado y fray Francisco Lastra, además del presbítero Oscar Escobar, párroco de la parroquia San Bernardino en Quilacahuín, el padre Adrián de Vet de los Hermanos Menores Capuchinos, párroco de la parroquia San Juan Bautista de San Juan de la Costa, y el padre Pedro Kliegel.

También estuvieron presentes el alcalde de la comuna de San Pablo, Juan Soto Caucau y su esposa Mohira Manríquez, algunos concejales comunales, representantes de Carabineros de Chile y la directiva de la junta de vecinos.

Al finalizar la celebración, luego de la bendición de las imágenes del Vía Crucis al interior de la capilla, el obispo también resaltó la figura de la señora Dolores Gastellu Martínez, impulsora y gestora de la edificación del templo en Trumao por el año 1931, mientras que la comunidad entregó un reconocimiento a la señora Carmen Valdeavellano por todo el trabajo, las gestiones que realizó para poder reconstruir la capilla San Conrado a casi 3 años de su destrucción en el 2020.

Mensaje del obispo Jorge Concha Cayuqueo
En su homilía el Pastor de la Iglesia osornina hizo memoria de lo ocurrido el 21 de enero del 2020, día en que el templo fue devastado por la caída de un árbol que lo quebró completamente, “era una imagen dolorosa, y apareció doña Carmen Valdeavellano, y gracias al su tesón, a su perseverancia, hoy está de pie la capilla, que en lo físico es pequeña, pero es una tremenda obra”.

Dio gracias también a quienes colaboraron con trabajo y económicamente para esta reconstrucción “que también es un bien común, para que la gente se reúna, para que recen juntos, para que canten unidos, para que celebren los momentos importantes de la vida: los Sacramentos de la fe cristiana católica. Por todo esto, le damos gracias a Dios y que Él les retribuya en los corazones, con los bienes que Él sabe dar y que son lo que nos hacen más bien a nosotros, aunque a veces no lo reconozcamos o no nos demos cuenta”.

También destacó la edificación y reconstrucción de cuatro templos inaugurados y bendecidos en corto tiempo en la Diócesis de Osorno: capilla Santa Teresa de Los Andes en Tacamó, parroquia Espíritu Santo en Rahue Alto, parroquia San Sebastián en Purranque y esta capilla dedicada a San Corrado en Trumao, “y yo pensaba qué hay en común en todos estos templos: es el empeño de alguna persona, mucha fuerza que viene del amor, de la pasión que ha habido en gente apasionada por sacarlos adelante, por su fe en Jesucristo y porque quieren ver una comunidad”.

Agregó el padre Jorge que “Jesús siempre nos descoloca. Cuando nosotros pensamos que ya hemos llegado a un lugar, a un cierto nivel, como que todo está cuadrado, ordenado, como que estoy en equilibrio, Jesús nos descoloca, nos sorprende, porque Él siempre va más allá. ¿Qué cosas nos dice hoy? nos dice que lo importante, con todo lo importante que es esto, es el edificio espiritual. La primera lectura dice que la piedra angular es Jesucristo, Él es la piedra angular de toda construcción. Eso se refiere principalmente al edificio espiritual, al edificio de la vida, de la vida familiar, de la nacional, la vida de una comunidad”.

Que este lugar queridos hermanos y hermanas, así como la casa de Saqueo “de la que nos habla el Evangelio de hoy (Lc 19, 1-10). Que esta casa también sea un lugar de bendición de cada uno, Jesús le dice ´ha llegado la salvación a esta casa´. Que este lugar sea también lugar de encuentro con Jesús, con Dios y que sea un lugar de conversión. Saqueo se convirtió porque Jesús lo visitó, Él quiso visitarlo, pero Saqueo le abrió el corazón también. Que a todo el que entre aquí también le ayude para hacer una vida más cristiana, más humana, más amigable, que sea más servicial para todos”, finalizó el obispo de la Diócesis de Osorno.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 05-01-2023