La tarde de este jueves 2 de febrero se realizó la Misa de cierre de la festividad de Nuestra Señora de la Candelaria en el día de la fiesta de la Presentación del Señor.

Previo a la celebración eucarística, la agrupación de Bailes Religiosos del Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria danzó para la Santísima Virgen.

La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, y concelebrada por el Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez; el Vicario Pastoral, Padre César Pedreros; y el Rector del Santuario, Padre Mauricio Aguayo.

En su homilía, Monseñor Chomali afirmó que “la Biblia sigue siendo el libro de mayor sabiduría y el libro que mejor nos enseña a vivir, porque la fe Católica no es una fe teórica, sino que es una fe que se hace práctica, que nos ayuda a vivir mejor”.

“Por eso es muy notable lo que hace la Santísima Virgen María, que siendo ella la Madre de Dios -porque la Virgen María es la Madre de Jesús, que es Dios y Hombre- sigue los preceptos de la ley. Jesucristo no llegó a abolir la ley, sino que a darle cumplimiento. Y esa es una muy buena lección para nosotros, porque siempre tenemos la tentación de creer que cuando uno llega a un lugar tiene que hacerlo todo de nuevo, empezar de cero. La Virgen María es tremendamente respetuosa de la historia y entiende que Jesucristo es parte de la historia, una parte fundamental sin lugar a dudas (…) pero es parte de la historia”.

En ese contexto sostuvo que “nosotros formamos parte de una historia, que tenemos que superarla, pero tenemos que valorar lo que hay (…) Es muy importante saberse parte de procesos, que a veces son lentos, que son difíciles, pero que siempre triunfan. Creo que esa es la primera lección que nos regala la Biblia: somos parte de una historia, continuadores de ella, pero no los dueños”.

Asimismo, destacó la figura de Ana y de Simeón y preguntó: “¿A quién no le gustaría, de los que estamos aquí presentes -porque el tiempo pasa y la muerte es implacable- decir «Ahora puedes dejar que tu servidor muera en paz»? ¿Habrá algo más notable en la vida que morir en paz? (…) él ahora puede morir en paz, porque vio al Señor, porque vio la salvación”.

Monseñor Fernando Chomali señaló que hoy vivimos en un mundo tremendamente entretenido, donde nos presentan un sinnúmero de cosas que muchas veces nos encandilan y “nos dejan tan ciegos que no nos damos cuenta de cómo caemos en la trampa del consumismo”, pero sostuvo que en medio de esto, Dios nos da una luz que “nos ilumina nuestra vida, que nos enseña a discernir lo que es justo de lo que es injusto, lo que es bueno de lo que es malo, nos ayuda a discernir aquello que es valioso, que dignifica al ser humano”.

En relación a la figura de Ana, dijo que ella daba gracias a Dios y le hablaba a todos acerca de Jesús, por lo que invitó a todos a “ser misioneros”, pues “somos misioneros con lo que hacemos, con lo que decimos, con nuestros gestos, incluso con nuestra propia indigencia y nuestra propia miseria. Ser misioneros y hablarles a todos de la redención, que no es nuestra sino que viene de Jesús”.

En el momento de la presentación de las ofrendas, una persona del Santuario presentó las intenciones y compromisos que los peregrinos escribieron delante de Jesús y su Madre a lo largo del día, los que serán quemados en el fuego de la Vigilia Pascual.

Luego de la celebración eucarística, se dio inicio a la tradicional procesión de la Virgen de la Candelaria, que avanzó por las calles de San Pedro de la Paz hasta la Laguna Chica de la comuna.

El Rector del Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria, Padre Mauricio Aguayo, expresó “la alegría y la emoción de poder recuperar plenamente la forma en la cual celebrábamos a la Virgen de la Candelaria, con un programa de todo el día, con Eucaristías todo el día» y señaló que «gracias a Dios la pandemia, al ir en retirada, nos permitió retomar todas las actividades y eso ha sido algo muy bueno”.

Además valoró “esta innovación tan especial de la finalización a la orilla de la Laguna Chica, que es un entorno natural muy hermoso, y que nos desafiaba a buscar las mejores alternativas, porque lo tenemos que hacer en un San Pedro de la Paz del año 2023, que está muy congestionado en sus calles -y lo vimos en el camino- y sin embargo, con todo la participación muy activa de las personas que acompañaron la procesión y de todos los que finalmente llegamos hasta este lugar para concluir, fue un remate de mucha esperanza para seguir buscando la ayuda en Dios”.

“Así que realmente creo que la sensación que queda es de gozo y de la expectativa de que el próximo año sea todavía más intenso”, puntualizó.

Fuente: ComunicacionesConcepción
Concepción, 03-02-2023