Ordenan a tres nuevos Diáconos Permanentes para la Iglesia de Concepción

Ordenan a tres nuevos Diáconos Permanentes para la Iglesia de Concepción

La Eucaristía, que se celebró en la Parroquia Familia de Nazareth de Coronel, fue presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali.

 
Sábado 11 de Marzo de 2023
Ver Galería
La mañana de este sábado 11 de marzo fueron ordenados tres nuevos Diáconos para la Arquidiócesis de Concepción en la Parroquia Familia de Nazareth, ubicada en el sector Lagunillas de Coronel. Se trata de Sergio Muñoz Garrido, Raúl Sobarzo González y Juan Venegas Ramos.

La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali Garib, y concelebrada por el Padre Juan Carlos Marín Muñoz, el Padre Jorge Araya Rubio y el Padre Marcelo Bustos Peña.

En su homilía, Monseñor Chomali se preguntó qué motiva a “tres hombres maduros, padres, abuelos, esposos” a tomar este “camino hermoso, pero difícil y pedregoso, que va a tomar lo mejor de sí mismos” y afirmó que “la razón es una sola: ellos, de una manera muy misteriosa, que nosotros nunca vamos a comprender, han sido llamados por Dios para el Ministerio del Diaconado”.

“¿Qué significa una Ordenación Diaconal? Significa ensanchar el corazón, porque ustedes tienen la obligación, la misión, la vocación de cuidar a sus esposas, de amarlas como Cristo amó a la Iglesia, ese compromiso lo tomaron el día del matrimonio. Tienen la obligación de ser buenos padres (…) también buenos abuelos, buenos vecinos. Pero además el corazón se les ensancha para poder servir al pobre, al menesteroso, al necesitado”, explicó.

En ese contexto, el Arzobispo de Concepción enfatizó que “la vocación fundamental del Diácono Permanente es dar testimonio, al interior de su familia, de Jesucristo y procurar evangelizar sirviendo en el Altar y ayudando a aquellos que más lo necesitan. Si ustedes cumplen con esas tres tareas significa que están haciendo la voluntad de Dios”.

Monseñor Chomali invitó a los Diáconos a hacer siempre oración, a ser fuente de unión y a ensanchar su corazón y la mirada: “Su vida pastoral no nace y muere en esta hermosa parroquia, esta parroquia es la fuente para ampliar la mirada. Los está esperando el hospital, que tanto necesita amor y fraternidad; los está esperando la cárcel, que tanto necesita amor y fraternidad; los está esperando esa señora postrada, cuya hija tiene que ir a trabajar todos los días para ganarse el pan y está sola y abandonada; los esperan esos jóvenes solos y desamparados, que para llamar la atención se autoinfligen heridas (…) Los están esperando a ustedes, hombres de Dios, con experiencia y con sabiduría”.

Finalmente, se dirigió a las esposas de los nuevos Diáconos y les dijo que “su marido hoy es otro”, ya que desde hoy recibe “el Orden del Diaconado y tiene a la esposa, que son ustedes, pero tiene también a la Iglesia, que los necesita” y enfatizó que la Iglesia los necesita “con ustedes”, por lo que las llamó a acogerlos, acompañarlos y quererlos. “Demos gracias a Dios por estas tres familias, en definitiva, que se consagran”, destacó.

Nuevos Diáconos

Luego de la homilía, Sergio Muñoz, Raúl Sobarzo y Juan Venegas fueron examinados por el Arzobispo respecto de su voluntad y disposición a ejercer el Ministerio Diaconal, tras lo cual prometieron obediencia a él y a sus sucesores.

Posteriormente, los tres se postraron y la asamblea entonó las Letanías de los Santos. Después, el Arzobispo de Concepción les impuso las manos, gesto que junto a la oración consagratoria, los incorporó al Orden de los Diáconos.

Tras la Plegaria de Ordenación, los nuevos Diáconos fueron revestidos con los ornamentos propios de su ministerio: la estola terciada y la dalmática. Luego, Monseñor Fernando Chomali les entregó el Libro de los Evangelios, como signo de su misión: “Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero; esmérate en creer lo que lees, enseñar lo que crees y vivir lo que enseñas”.

Después, los tres fueron saludados con alegría por sus hermanos diáconos y recibieron un caluroso aplauso por parte de la asamblea.

Un regalo de Dios

El Diácono Juan Sobarzo manifestó que “esto ha sido un gran regalo de Dios” y afirmó que vivió este día “con mucha emoción y humildad por este regalo que me ha entregado el Señor. La emoción me embarga, pero Él sabe cómo he de cumplir y me guiará, porque solo no voy a estar, el Señor me acompañará siempre y no sólo a mí, sino que también a mis otros hermanos”.

En ese contexto, señaló que “el Arzobispo nos bendijo y sus palabras me llegaron muy profundamente. Es la obra que el Señor ha hecho en mí y espero cumplirle al Señor como Él quiere, junto a mí familia, mi esposa, que en este momento está con su cáncer sabiendo que Él también ha estado junto a ella, ha alivianado su carga un poco y seguirá yo creo alivianándole la carga para que todo salga bien y ella pueda seguir viviendo un poco más”.

“Estoy agradecido con el Señor por esta gracia que me ha dado, por este don que ha puesto en mí para servir a la comunidad, como la comunidad también lo exige muchas veces, para estar con los más pobres, como dice el Monseñor Chomali, y ayudar a la gente. Ese es mi lema, pero con la ayuda del Señor”, destacó.

Por su parte, el Diácono Sergio Muñoz dijo que ha sido “bonito y emocionante, porque es un servicio que el Señor me pide que pueda conceder a tantos hermanos que necesitan, así que si es su voluntad yo voy a estar dispuesto a eso y espero no defraudarlo, solamente cuento con su ayuda, pues yo sé que Él me va a dar el discernimiento y la sabiduría para poder prestar este servicio”.

Además, comentó que se puso nervioso al principio, “porque me acordé de mi madre, fallecida hace muchos años, pues yo siempre he pensado que ella fue la que desde chico me llevaba a la Iglesia, aunque yo no quería ella me llevaba y eso se me quedó”, así que se lo debo a ella “y a todos los sacerdotes que me ayudaron aquí en la parroquia, fueron muchos los sacerdotes que con su formación me ayudaron”.

En tanto, el Diácono Raúl Sobarzo sostuvo que “el Señor nos regala cada día siempre cosas nuevas y siempre son de alegría, de esperanza y por lo tanto esto es un regalo de Él, uno solamente es instrumento, quiere ser instrumento y con la ayuda de Dios y María siempre lo vamos a conseguir”.

En ese sentido, manifestó el deseo de “servir a los demás” y sostuvo que “es el Señor el que hace la obra y realmente uno es más feliz dando que recibiendo, eso es lo que llena” y enfatizó que no sólo lo material, sino que a veces basta con una palabra o un gesto y destacó la importancia de lo espiritual “porque gracias a lo espiritual podemos pasar por todas las cosas que nos pasan y las superamos porque tenemos a Dios como cabeza de todo esto”.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 11-03-2023