A las 19:00 horas de este sábado 6 de mayo, el Padre César Bello tomó posesión como Párroco de la Parroquia San Pablo de Chiguayante, en una Eucaristía que fue presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali.

En su homilía, Monseñor Chomali recordó que esta parroquia resultó dañada tras el terremoto de 2010 y valoró la labor realizada por quien hasta ahora fue el Párroco de la comunidad, el Padre Gustavo Sterkens.

En ese sentido, afirmó que “ha sido notable ver esta comunidad viva bajo la tutela, bajo el amor del Padre Gustavo, que no solamente ha reconstruido un hermoso templo, sino que ha sabido conservar lo más importante, que es el templo vivo, que son cada uno de ustedes”.

“Los sacerdotes no vivimos en función al cargo, porque entendemos que para nosotros todo es un servicio y eso el Padre Gustavo lo ha demostrado con creces. Y solamente tengo hacia él -no solamente yo, sino que todo el presbiterio y toda la comuna- un agradecimiento, que surge desde lo más profundo de mi corazón”, destacó.

En ese contexto, señaló que “el Padre Gustavo habla con su testimonio, con su sencillez”, es un hombre “traspasado y tocado por Dios”.

El Arzobispo de Concepción agradeció “la disponibilidad del Padre César Bello, un sacerdote joven, tremendamente querido (…) y le digo lo que se nos dice siempre: Nuestra tarea es una sola, anunciar el Evangelio de Jesucristo”.

En tanto, a la comunidad le pidió que lo cuiden “reconociendo su humanidad” y “reconociéndolo como un hermano”, siempre teniendo en cuenta “la misión extraordinaria a la cual está convocado y que puede hacer sólo él, en virtud de que fue ungido, se le impusieron las manos para que se convierta en un discípulo de Jesucristo y se convierta en otro Cristo”.

“Rezar por el Padre César, rezar por toda la Iglesia, acompañarlo desde su humanidad y reconocer en él también a un hombre tremendamente generoso, porque ha entregado su vida para darse a los demás (…) él los va a conducir por el camino del Señor, que es el camino de la paz, que es el camino del amor, que es el camino de la concordia. Y cuidar al sacerdote es cuidar la parroquia, porque nadie puede garantizar (…) que en diez años más tengamos un párroco para cada parroquia, por lo tanto es un bien precioso que tenemos que cuidar, y rezar también por las vocaciones sacerdotales y religiosas”, enfatizó.

Además, Monseñor Chomali agradeció al Padre Gustavo “por su vida entregada” y al Padre César “por esta gran generosidad de asumir esta parroquia, que es una comunidad tremendamente viva, tremendamente madura, que sabrá cuidarte como corresponde”.

Finalmente llamó a fortalecer tres elementos: mayor profundidad espiritual, teniendo la Biblia en el centro del corazón; generar fraternidad, que quien entre a la parroquia se encuentre con un oasis de misericordia; y tener una predilección por los más pobres.

En el momento de la presentación de los dones fue llevado ante el Altar el trabajo de los Norbertinos en estos 60 años de su presencia en Chiguayante, representado por las comunidades: San Luis, Cristo Rey, San Norberto, San José Obrero, Santa María Goretti, San Marcos, San Pedro y San Pablo. Además, un grupo de jóvenes llevó una canasta de alimentos, signo del amor fraterno.

“Ayudarnos a crecer en fraternidad, comunión y fe”

El Padre César Bello, quien tiene 11 años de sacerdocio y ha sido Párroco en San Juan de Mata de Concepción y San José de Talcahuano, agradeció a Dios y “la generosidad de los Padres Norbertinos, que se quedaron en el corazón de la comunidad de Chiguayante” y sostuvo que “eso no se acaba, seguimos con esa linda tradición”.

En ese sentido, valoró que “el Padre Gustavo está al servicio también, ayudándome ahora como Párroco”.

“Estoy feliz de ponerme a disposición de la comunidad y les pido que juntos nos pongamos delante del Señor para ver qué nos está pidiendo, cómo poder ayudarnos a crecer en fraternidad, en comunión y en la fe en este tiempo, en esta linda comunidad de San Pablo”, destacó.

Mientras que la Coordinadora Parroquial de San Pablo de Chiguayante, Rosalía García, comentó que durante la pandemia, el Padre César apoyó al Padre Gustavo Sterkens, “por lo que la gente de las comunidades ya lo conoce un poco. Sabemos de su cercanía y compromiso, especialmente con los enfermos. Es por ello que esperamos que continúe en la misión de evangelizar y guiar a las comunidades, para dar la Buena noticia a todos los feligreses de la Iglesia de Chiguayante, tarea que durante 57 años han estado haciendo los sacerdotes Norbertinos”.

Rosalia manifestó que esperan que el Padre César, “con su carisma y entusiasmo, pueda llegar especialmente a los más jóvenes, que mantenga a una familia parroquial unida, perseverante, acogedora y solidaria”.

En ese contexto, sostuvo que, como Consejo Pastoral, “estamos comprometidos en acompañarlo en su misión, atentos y con apertura ante los cambios que pudiesen darse. Esperamos que él sienta la hospitalidad de esta familia parroquial, su generosidad y fe”.

“Tenemos un plan pastoral, que vamos a presentarle, siempre pensando en la evangelización de la comuna. Esperamos recibir de él energía nueva, ideas nuevas, pero también que participe de las acciones que ya son tradicionales para nosotros, como la Fiesta de Cuasimodo, Oración por Chile, Cruz de Mayo, entre otras. Acá recibimos al Padre César para caminar junto a él y acompañarlo por el tiempo que dure su misión”. destacó.

En tanto, el Coordinador Parroquial de San José de Talcahuano, Iván Mardones, expresó que “para nosotros como Parroquia San José y sus comunidades” la partida del Padre César Bello significa “la tristeza del amigo, del hermano que parte a una nueva parroquia”.

En ese sentido, manifestó que van a sentir su ausencia, “porque él ha sido para todos nosotros un padre en la fe, un maestro que nos ha enseñado como sacerdote a ser comunidad, a preocuparnos los unos por los otros, a preocuparnos siempre por nuestras propias familias, a ser más generosos en el amor, en la caridad cristiana y muchas enseñanzas que nos ha dejado para ser realmente una comunidad cristiana, para ser Iglesia y dar testimonio de ese amor cristiano entre todos nosotros”.

“Así que la tristeza de verlo partir, porque en el poco tiempo que estuvo con nosotros nos marcaron profundamente sus enseñanzas, su entrega, su ilusión y su espíritu de caridad”, enfatizó.

Parroquia San Pablo de Chiguayante

La Parroquia San Pablo fue erigida como tal el 13 de enero de 1938, debido a que el entonces pueblo de Chiguayante aumentó considerablemente su territorio, llegando a tener “más población que varias parroquias de la diócesis”. Hasta ese momento, sólo había una capilla y no se contaba con sacerdotes que residieran en el sector. El primer Párroco de San Pablo fue el Pbro. Emilio Rojas Espinoza.

Desde hace cerca de 50 años, la Parroquia San Pablo de Chiguayante ha estado bajo el cuidado de los Sacerdotes Norbertinos, el último de los cuales es el Padre Gustavo Sterkens, quien a sus 87 años de edad dejó, este 2023, el servicio como Párroco de la comunidad.

“Un sacerdote querido por todos”

La Coordinadora Parroquial de San Pablo de Chiguayante recordó que los primeros Padres Norbertinos llegaron a Chile a fines de 1965 y que durante todos estos años su lema -”Dispuesto a toda obra buena”- se ha hecho sentir en Chiguayante.

En ese sentido, afirmó que “valoramos inmensamente su rol evangelizador, porque han guiado, acogido y enseñado a todos nosotros durante tantos años. Su gran legado es la formación de comunidades de base, muchas de ellas fundadas por el Padre Gustavo, un sacerdote querido por todos, amable, paciente, cercano, sencillo, conciliador, alegre y servicial”.

Rosalía García valoró que el Padre Gustavo Sterkens, quien es Hijo Ilustre de Chiguayante, “acoge con cariño a quienes le buscan. Con una energía admirable, siempre animando y guiando, a pesar de sus propios dolores”.

“Toda la comunidad chiguayantina agradece su entrega permanente. Realmente ha realizado muy bien su trabajo de evangelizar”, destacó.

Por su parte, el Padre Gustavo Sterkens afirmó que continuará sirviendo en la Parroquia San Pablo, “porque siempre faltan sacerdotes para visitar enfermos, para los sacramentos, así que si Dios me da la salud, seguiré adelante, con mucho gusto”.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 07-05-2023