La Vicaría Pastoral para la Juventud (VPJ) de la Arquidiócesis de Concepción celebró su aniversario número 11 en el Espacio de Encuentro Joven Cristo Vive, la tarde de este martes 30 de mayo.

La celebración comenzó con cantos y dinámicas, y luego se realizó la bendición del fuego y los jóvenes presentes encendieron sus velas, guardando un momento de silencio para pensar en cada uno de los dones del Espíritu Santo.

Además, los presentes escribieron en un papel una oración pidiendo ayuda a Dios y poniendo en sus manos aquello que más les aqueja, y luego lo quemaron. Mientras que en otro papel escribieron un deseo para la VPJ en su aniversario, el que fue pegado en un corazón.

Después, ingresaron al templo San José, donde participaron en la Santa Misa, que fue presidida por el Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Oscar García, junto al Vicario para la Pastoral, Padre César Pedreros, y el Asesor de la VPJ, Padre Ricardo Valencia.

Amar y servir

En su homilía, Monseñor Oscar señaló que este es el lugar apropiado para que puedan encontrarse con otros jóvenes y sigan creciendo, no sólo en fraternidad y amistad, sino que en “una mayor profundidad espiritual, un conocimiento más profundo de Jesucristo, razón de nuestra fe y el único que le da pleno sentido a nuestra vida”.

Además, les recordó que estamos llamados a ser sal, luz y fermento en medio de la realidad de cada uno, “sobre todo con el testimonio con nuestra vida, con nuestra generosidad, con nuestra capacidad de donación, de entrega y de servicio”.

Monseñor Oscar llamó a los jóvenes a preguntarse: “¿Por qué quisiéramos que fuéramos recordados cuando partamos de este mundo?” y enfatizó que “sin lugar a dudas, no va a ser por nuestros títulos universitarios o por los bienes materiales y fama internacional que tengamos, sino que por lo que hemos sabido sembrar en el corazón y en la vida de las personas”.

En ese contexto, señaló que estamos llamados a vivir dos verbos: amar y servir. “Si yo les preguntara ¿para qué están en el mundo? Están para amar y ser amados” y advirtió que no se trata de “un amor egocéntrico, que sólo se mira su propio ombligo y se considera superior a los demás y se dice a sí mismo «cómo yo no hay nadie»”, mientras que el amor auténtico “es un amor de entrega y de donación (…) que es capaz de salir de sí mismo, con todo lo que se es, para ponerse al servicio de otro”.

“Sólo así es como podemos dejar huella en otras personas. De lo contrario, no sembraremos nada y habremos pasado la vida, quizás con grandes títulos o grandes propiedades, pero habrá sido una vida muy fría y una vida sin sentido”, enfatizó.

Monseñor Oscar afirmó que, por este motivo, “pido a Dios por cada uno de nosotros para que de verdad no sólo vivamos estos dos verbos, sino que seamos también testigos del fuego del amor de Dios en medio de nuestra realidad”.

“Hemos comenzado encendiendo el fuego en un signo que tiene que llevar a una imagen interior, transmitirle al Señor que arda nuestro corazón por su persona, por los valores del Evangelio, se encarne en nuestra propia vida y lo vivamos y ayudemos a otros a vivirlo en su propia vida, en la sencillez, con creatividad, con humildad, con alegría y con esperanza renovadora. Hoy se lo pedimos de forma especial, para que no se apague la fe nuestra, sino que esa fe arda cada vez más y sea capaz de iluminar, de atraer hacia la persona de Jesucristo. Porque el cristiano, si no lleva a Jesucristo será un cristiano «trucho». Un cristiano que no vive ni con Él ni en referencia a Él, sino en referencia a sí mismo, y eso no es cristiano, es más humano y a veces egocéntrico”, enfatizó.

El Obispo Auxiliar animó a los jóvenes a no tener miedo de tomar la mano del Señor y dejarse guiar por su Espíritu, “ser capaz de ser audaz, ser profeta en medio de su propia realidad” para ayudar a otros a encontrarse con Jesús.

No obstante, advirtió que lo fundamental es ser discípulos, conocer de verdad al Señor “para darlo de verdad, porque nadie puede hablar de alguien que no conoce (…) es un peligro hablar de alguien a quién no se conoce”, pero cuando conocemos al Señor “y sabemos lo que Él significa para nosotros, sabemos que no hay mayor tesoro que haber encontrado en la vida a Jesucristo y nos mueve, desde lo más profundo de nuestro corazón, que no podemos acallar lo que experimentamos con Él, lo que escuchamos de Él y se nos muestra también el camino para llevarlo a los demás”.

Haciendo alusión al Evangelio, donde se relata que los discípulos estaban encerrados por temor a los judíos, Monseñor Oscar les preguntó a los jóvenes ¿cuáles son los temores que hacen que les cueste dar razón de su fe, del amor de Jesucristo y de la verdad inconfundible en su persona? y los llamó a no temer: “Que el Señor derrame hoy y siempre, de una forma especial, su Espíritu en cada uno de nosotros”.

“Que el Espíritu Santo siga soplando en los jóvenes”

Luego de la Eucaristía, se realizó un compartir fraterno, con juegos, una hermosa piñata y además representantes de los diferentes estamentos de la Vicaría Pastoral para la Juventud soplaron las velas de la torta con que se celebró este aniversario.

La Delegada Episcopal de la VPJ, Fanny Salazar, comentó que “este día pensé mucho en el primer año de la Vicaría y en los 11 años que han transcurrido, me acordé del Padre Pablo Leiva, del Padre Víctor Álvarez. Me acordé también de Víctor, que fue el primer Secretario Ejecutivo de la Vicaría y también de Carlos Hugo. De alguna manera las personas que han ayudado a forjar este dinamismo de la Vicaría son muchas y obviamente parte de la historia del Departamento de Pastoral de Juventud”.

“Así que estamos contentos y esperamos que el Espíritu Santo siga soplando fuerte en los jóvenes de nuestra Arquidiócesis. Que este aniversario también los convoque, los invite, quizás hoy no estuvieron todos presentes, pero sabemos que este soplo está en las comunidades, está en los estamentos, está en los colegios y en las diferentes realidades de nuestra Arquidiócesis. Así que estamos contentos y esperamos seguir acompañados con los jóvenes, para los jóvenes y por ellos”, puntualizó.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 31-05-2023