Grandes desafíos y muchos motivos para dar gracias a Dios fueron recogidos en la declaración final del Primer Congreso de Educación Católica de Atacama, realizado el 11 y 12 de mayo pasado en el Liceo Católico, en Copiapó.

El objetivo era generar un espacio de reflexión en torno a la tarea educadora de la Iglesia, replicando la experiencia vivida el año pasado en el congreso nacional en Santiago. De esta forma, los colegios de las congregaciones religiosas, así como los dependientes del Obispado, los profesores de religión y de otras asignaturas, apoderados y alumnos que profesan la fe católica, tuvieron oportunidad de reafirmar su compromiso cristiano y revisar, en un ambiente fraterno, sus principales dificultades y esperanzas.

Las tareas de la educación

En la inauguración del Congreso estuvieron presentes autoridades como la Ministra de Educación, Yasna Provoste, la Intendenta de Atacama, Viviana Ireland, parlamentarios y autoridades locales.

El primero en tomar la palabra fue el Obispo de Copiapó, Monseñor Gaspar Quintana, CMF, quien en su discurso inaugural subrayó las expectativas y propósitos de este encuentro, dando líneas generales de hacia dónde quiere caminar la diócesis en el tema educativo, especialmente con miras al bicentenario de la nación. Señaló que la educación debe formar ciudadanos responsables, solidarios, con principios y valores que hagan de Chile un país digno y para todos.

Por su parte, al tomar la palabra, la Ministra de Educación hizo un recorrido histórico del desarrollo de la educación en Chile, y del papel de la Iglesia como la primera institución educadora del país. Hizo referencia también a la nueva Ley General de Enseñanza, destacando que garantiza la pluralidad y el acceso de todos a una mejor educación.

Reflexionando la educación que queremos

El primer tema, el viernes en la mañana, fue “Desde el Evangelio: la identidad de la Educación Católica en el mundo de hoy”, a cargo del rector de la Universidad Alberto Hurtado, Padre Fernando Montes, s. j. En un ambiente de cordialidad, señaló las bases evangélicas de la educación de los colegios confesionales, matizado con anécdotas y experiencias de su labor como educador, y mencionó también desafíos importantes para la familia y la sociedad en el tema educativo. Luego se dio paso a los trabajos grupales.

Por la tarde se desarrolló un foro, con la participación de rectores de colegios católicos, un docente de la Universidad del Mar y representantes de UNAPAC. Ellos reflexionaron en torno a ¿Qué Educación Católica requiere nuestra Región de Atacama? Los comentarios finales estuvieron a cargo del Padre Montes.

Por su parte, el sábado tuvo lugar la intervención de la socióloga Mirenxtu Anaya, con el tema “Diagnóstico cualitativo sobre Educación Católica en Chile”, con el que presentó un panorama a nivel nacional, aplicable a la región. Posteriormente se realizó el trabajo grupal.

Para finalizar, el Obispo diocesano tomó la palabra para expresar algunas ideas surgidas en el desarrollo del Congreso, sobre cómo lograr una verdadera educación de calidad, basada no sólo en la excelencia académica sino en valores y principios que formen buenos ciudadanos y cristianos.

Con los agradecimientos a los congresistas y al Vicario de la Educación por la organización de este encuentro, se dio paso a la liturgia de despedida.

En este Congreso participaron la totalidad de los colegios católicos de la diócesis, además de colegios municipalizados y particulares, profesores, agrupaciones de apoderados y representantes de los centros de alumnos, convocando a más de 600 personas, superando con creces las expectativas de los organizadores.

Ver discurso inaugural de Mons. Quintana

Bajar declaración final (word)

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 17-05-2007