Nuevo diácono en tránsito para la diócesis de Copiapó

Nuevo diácono en tránsito para la diócesis de Copiapó

 
Miércoles 16 de Abril de 2008
Una verdadera fiesta para la diócesis de Copiapó se vivió el pasado viernes 11 de abril, cuando en la hermosa capilla Santa Teresita de los Andes, de la parroquia Santa Cruz, en Vallenar, el Obispo diocesano, Monseñor Gaspar Quintana CMF, ordenó como diácono en tránsito al seminarista Rodrigo Herrera Reyes.

Acompañado de su familia y amigos, Rodrigo recibió la ordenación en un ambiente de alegría y agradecimiento al Señor. Sacerdotes de toda la diócesis vivieron junto a él este momento, además de amigos venidos de las arquidiócesis de La Serena y Rancagua.

“Envías, Señor, operarios a tu mies”

En su homilía, Monseñor Gaspar agradeció al Señor este hermoso regalo para la Iglesia, e instó a la comunidad a orar por Rodrigo, para que sea un fiel servidor del Reino de Dios, así como para que el Señor “envíe más operarios a su mies”. Hizo además, mención a la familia del nuevo diácono, señalando que fueron ellos, de manera muy especial su abuela, los que lo ayudaron a escuchar y seguir el llamado al sacerdocio. El Obispo explicó algunos aspectos del ministerio diaconal que ejercerá desde hoy Rodrigo, en camino a ordenarse sacerdote, y le dirigió palabras de aliento.

Quien fue el encargado de presentar a Rodrigo al diaconado fue el sacerdote Francisco Javier Medina, párroco de la parroquia Santísima Trinidad de Copiapó, quien solicitó su ordenación al Obispo de acuerdo a la liturgia. Momentos después, la comunidad fue testigo la opción de Rodrigo por el celibato y la sumisión filial al Obispo. La consagración culminó con la imposición de las manos del Pastor y la oración consagratoria. El saludo fraterno del Obispo y la entrega de la estola y la dalmática fueron los signos visibles de esta consagración.

“Consolad a mi pueblo, dice el Señor”

Estas palabras del profeta Isaías fueron el comienzo de la intervención del nuevo diácono, quien con gran emoción agradeció a todos los que lo han acompañado en este proceso, haciendo especial mención de su familia, mamá, hermanos, tíos, y de su abuela, a quien describió como la que le enseñó “a amar a Dios y a buscarlo siempre, no con palabras, sino con el testimonio silencioso”. También agradeció a amigos de Rancagua, de la Serena, a sacerdotes, y tuvo emotivas palabras para don Fernando Ariztía, por su palabra y testimonio. También se dirigió con cariño al actual obispo, Monseñor Quintana, por haber confiado en él. Terminó su intervención con agradecidas palabras para la comunidad parroquial, por su acompañamiento, oraciones y apoyo, e invitó a orar por las vocaciones.

Al finalizar la eucaristía, como gesto de cariño, la comunidad proyectó en la parte posterior de la capilla una serie de fotografías de Rodrigo, desde su niñez, sus años de estudio, hasta su trabajo pastoral, para concluir la celebración en el patio con una cálida convivencia llena de alegría, fraternidad y agradecimiento.

- Biografía Rodrigo Herrera

- Palabras de Rodrigo Herrera

Fuente: Comunicaciones Copiapó

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Copiapó, 16-04-2008