Así lo afirmó el Obispo de Copiapó, Monseñor Gaspar Quintana CMF, en su homilía en la Misa por la celebración del Día de los trabajadores, el pasado 1 de mayo.

Ante representantes de organismos sindicales y de la comunidad, reunidos en la Catedral, el Obispo presidió la Eucaristía acompañado del P. Guido Castagna, asesor de la Pastoral de los trabajadores.

EL Obispo recalcó que Dios creador puso al hombre y a la mujer en la tierra para que la trabajaran y sometieran, “pero ese dominio no debe ser despótico, sino racional, responsable”, ya que las cosas existen en función y al servicio del hombre.

Desde esa perspectiva, el Pastor se refirió a problemas regionales como la situación laboral de los temporeros de la fruta que cada año llegan a la zona en busca de trabajo; a los pobres y marginados del sistema económico; también mencionó el “salario ético” no como una cantidad determinada de dinero sino “de una actitud del corazón que, porque ama al hermano, comprende sus necesidades concretas.

¿Cómo es posible –añadió- que, a nivel de gobierno y empresarios, no aparezcan con una decisión más clara las propuestas de un trato económico que permitan a los trabajadores una vida más digna, acorde con las diversas necesidades de una familia común y corriente de nuestro medio?”

También tuvo palabras para el conflicto de Codelco, haciendo un llamado a optar por un diálogo respetuoso y fructífero que respete los derechos y responsabilidades de todas las partes involucradas.

El Obispo además señaló que los trabajadores deben organizarse de manera responsable y solidaria, para defender sus derechos y construir juntos una sociedad más justa y fraterna.

Como conclusión, don Gaspar invitó a reflexionar sobre qué tipo de país queremos de cara al bicentenario, con hombres y mujeres capaces de convertir a Chile en una gran familia, invocando para esto la ayuda y protección de la Virgen del Carmen.

- Homilía completa

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 06-05-2008