Con profundo dolor la Iglesia en Osorno participa que el Señor ha llamado a su presencia al R. P. Nivardo Snik Beek, sacerdote capuchino, quien se desempeñaba actualmente como vicario parroquial en la parroquia “San Juan Bautista” de San Juan de la Costa.
El Padre Nivardo fue llamado a la Casa del Padre en el día de ayer, domingo 18 de mayo, por la mañana. Sus restos están siendo velados en el templo parroquial de San Juan de la Costa, donde permanecerá hasta hoy 19 de mayo; luego serán trasladados a la parroquia “San Bernardino” de Quilacahuín, lugar donde él ejerció como párroco en varios periodos, siendo el último entre los años 1998 al 2005.
La Eucaristía de sus exequias será presidida por el obispo diocesano, Mons. René Rebolledo Salinas, mañana martes 20 de mayo, a las 11:00 hrs. en el templo parroquial de Quilacahuín. En ella tomará parte el Superior Provincial de la Orden de los Hermanos Capuchinos en Chile, R. P. Miguel Ángel Ariz, religiosos capuchinos venidos de diversos lugares del país, como también el personal consagrado de la diócesis y fieles de la comunidad.
El 25 de abril recién pasado, recibió la distinción de “Hijo Ilustre”, otorgada por la Municipalidad de San Pablo, en mérito a su positiva labor pastoral y social en la zona y por haber celebrado recientemente 50 años de sacerdocio, la mayor parte de ellos sirviendo en las Misiones de Quilacahuín y San Juan de la Costa.
El Padre Nivardo nació en Holanda en 1931. Tenía 11 años cuando ingresó al Seminario de los Padres Capuchinos en la ciudad de Langenweng, siendo ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1957. Invitado por Mons. Francisco Valdés Subercaseaux, llegó a Osorno en febrero de 1960, junto a un grupo de misioneros capuchinos, todos jóvenes religiosos entusiasta de la labor evangelizadora de la Iglesia en estas tierras del sur de Chile.
El proceso de adaptación y aprendizaje del idioma lo vivió primero en Misión Rahue y luego en Misión Quilacahuín. Cada semana se daba el tiempo para visitar a las familias que componen las comunidades indígenas de la costa, donde desarrolló junto a los demás religiosos múltiples iniciativas pastorales. Su gran preocupación fue siempre la formación de las personas, especialmente de los animadores del culto dominical. No descuidó el campo de la educación ni de la salud a favor de su gente, para los cuales no faltaron iniciativas y proyectos que él supo gestionar.
Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 19-05-2008