Las Hijas de la Caridad y los sacerdotes de la Congregación de la Misión llegaron al país en 1854. Este lunes 29, en una Eucaristía que congregó cerca de 1500 personas en el Templo Votivo de Maipú, concluyeron las celebraciones por sus 150 años de presencia en Chile.

Dos importantes obras de espiritualidad Vicentina tienen presencia en nuestro país: los sacerdotes de la Congregación de la Misión (San Vicente de Paul) y las Hijas de la Caridad (Santa Luisa de Marillac), que concluyeron este lunes 29 un intenso año de celebraciones, por la conmemoración de los 150 años de su llegada a Chile.

El Padre Gregory Gay, Superior Mundial de la Congregación de la Misión, presidió la Eucaristía, que congregó a unas 1500 personas cercanas a ambas obras. Junto al Superior Mundial estuvieron también, encabezando el cierre de las celebraciones, el Padre José Vicente Martínez, Visitador Provincial de la Orden en Barcelona; el Visitador para Chile, Padre Carlos de la Rivera; y la Hermana María Isabel Ruiz, Visitadora de las Hijas de la Caridad en nuestro país.

El Santuario Nacional de Maipú, que acaba de conmemorar los 30 años de la bendición del nuevo Templo Votivo, resultó un lugar ideal para el cierre de este sesquicentenario.

Luego de la Eucaristía, en la que regalaron al Templo una Cruz Procesional con la insignia de San Vicente; los participantes se reunieron en los parques del Santuario, para compartir un almuerzo y un pequeño acto artístico. La delegación la integraban sacerdotes, religiosos, religiosas, y representantes de los diversos colegios y obras que poseen ambas órdenes en nuestro país.

El Padre Raúl Feres, Rector del Santuario Nacional, agradeció a los Vicentinos que eligieran el Templo para concluir este año jubilar. El Padre Feres dejará su cargo el próximo 11 de diciembre, a las 19 horas, durante una Eucaristía que será presidida por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz. Asumirá como rector el Padre Carlos Cox Díaz.

Presencia en Chile

Las Hijas de la Caridad y la Congregación de la Misión llegaron a Chile en 1854, en una embarcación proveniente de Francia. La delegación la integraban 30 religiosas, 1 sacerdote y dos Hermanos Vicentinos, cuya misión era hacerse cargo de algunos hospitales en Valparaíso, Santiago y otras ciudades del país.

Iniciaron entonces un camino dedicado y silencioso, que se ha ido amoldando a las necesidades del país. Hoy realizan un hermoso servicio en la atención de enfermos, escuelas, asilos de ancianos y hogares de niños; dando cuenta de una marcada espiritualidad de Servicio, inspirada en la vida de San Vicente de Paul, Patrono Universal de las Obras de Caridad.

Entre las obras Vicentinas de mayor difusión está la Fundación Regazo (de las Hijas de la caridad) que atiende 850 niñas en situación de riesgo para reinsertarlas en sus familias. Regazo cuenta actualmente con ocho centros a lo largo de todo Chile, que usted puedo conocer visitando el sitio oficial de la Fundación www.regazo.cl
Santiago, 30-11-2004