Reflexiones en familia y comunidad
I. Introducción
1. ¿Cuáles han sido los momentos más significativos en la historia de nuestro hogar familiar?
2. Más allá de la realidad de residir en este país, ¿percibimos a Chile como nuestro hogar?
3. ¿En qué instancias de la vida política y social participamos?
4. ¿Qué motivación necesitamos para involucrarnos en instancias de bien colectivo?
5. ¿Qué hemos aprendido de las situaciones dolorosas en nuestra Iglesia?
II. Una mirada crítica y esperanzada a nuestro hogar
6. ¿Cuáles son nuestras mayores virtudes como sociedad?
7. ¿Cuáles consideramos las dificultades y problemas prioritarios de Chile a cuya solución debiéramos abocarnos todos como sociedad?
8. ¿Qué actitudes y compromisos nuestros ayudarían a contar con tiempo de calidad para la comunión y el encuentro familiar?
9. Pensemos en una familia particular que necesita hoy acompañamiento y apoyo. ¿Cómo podemos ayudar?
10. ¿Qué podemos hacer para dar testimonio de Cristo Resucitado acompañando a familias golpeadas por el abandono, el maltrato y la violencia?
11. ¿Qué detalles convendría cuidar para que mujer y varón puedan vivir plenamente su rol en las familias y en la sociedad?
12. ¿Qué pueden (podemos) aprender de los jóvenes en su sueño de Chile?
13. ¿Qué esfuerzos podemos hacer para garantizar espacios sanos y seguros para niños, niñas y jóvenes, en la familia, la Iglesia y las instituciones sociales?
14. San Alberto Hurtado decía que “el pobre es Cristo”. ¿Qué rostros de Cristo nos muestras hoy la situación de pobreza y desigualdad en nuestro entorno y barrio?
15. ¿Cómo podemos explicarnos que un país siempre solidario ante la emergencia no sea capaz de superar las “escandalosas” desigualdades?
16. ¿Qué hemos hecho como comunidad para ser un verdadero hogar para nuestros hermanos y hermanas inmigrantes?
17. ¿Cómo podrían verse mejor representadas las comunidades locales, especialmente los pueblos originarios, en las grandes decisiones del Estado de Chile?
18. ¿Cuán cerca nuestro reconocemos los dramas del narcotráfico y la violencia? ¿Cómo asumimos esta realidad?
19. ¿Qué hogar, qué sociedad, qué Chile espera a quien abandona la cárcel?
20. ¿Ha cambiado en el último tiempo nuestra mirada sobre los políticos y la política?
21. ¿Sabemos quiénes son nuestros representantes? ¿Nos importa estar al tanto?
22. ¿Conocemos y hacemos nuestro lo que la Iglesia propone respecto del valor de la política y responsabilidad cívica de los cristianos?
23. ¿Cuáles son los principales progresos sociales que me involucran en mi vida cotidiana?
24. ¿Cuáles son los tres grandes desafíos que consideramos debieran constituir las principales prioridades de quienes asuman el nuevo Gobierno?
III. Un hogar que se incorpora a su entorno
25. ¿Qué deterioros y qué progresos constatamos en nuestra realidad medioambiental más cercana a nuestro entorno?
26. ¿Qué contribución concreta al cuidado de la Creación y la casa común podemos ofrecer, a modo de compromiso, a nivel personal y familiar?
IV. Humanismo cristiano
27. ¿Reconocemos en los proyectos y programas de personas e instituciones algunos rasgos del “programa” de Cristo?
28. ¿En qué podemos colaborar para transformar la historia de Chile, nuestro hogar, a la luz de nuestra fe en Jesucristo?
29. ¿Cuál es la visión de ser humano que predomina en los avisos publicitarios de hoy?
30. ¿Cómo podemos fortalecer el tejido comunitario, estrechando lazos que nos permiten dialogar y discernir en relación con otros?
31. ¿Existen algunas dimensiones de la vida y la dignidad de la persona humana que no promovemos con suficiente fuerza en la sociedad? ¿Cuáles?
32. ¿Cuáles son, en nuestra comunidad, aquellos grupos de personas vulnerables que hemos atendido menos y con los cuales podríamos emprender un nuevo mejor trato?
33. ¿Qué se necesita para confiar más y sospechar menos en nuestra relación con los otros?
34. ¿Cómo nos hemos sentido cuando hemos herido o defraudado a otros?
35. ¿Qué pasos puedo dar, desde un auténtico perdón y conversión, cuando he ofendido y cuando me han ofendido, para caminar al reencuentro?
36. ¿En qué instancias podemos dialogar sobre la identidad de varón y mujer, sobre la diversidad sexual, sobre la concepción humanista y cristiana de la familia?
37. ¿Sentimos que nuestros valores no están “de moda”? ¿Cómo ayudar a distinguir entre valores fundamentales y miradas ideológicas o intereses particulares?
38. ¿Cuánto “manda” el dinero en el contexto en el que nos desenvolvemos?
39. ¿Qué actitudes nos ayudan a evitar la avaricia y la ambición, y a cultivar la humildad, la transparencia y la austeridad?
V. Conclusión
40. En el propósito de hacer de Chile un hogar para todos y todas, ¿qué depende de mí?
41. ¿Qué pedimos al Señor para nuestra patria?