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El Juego del Calamar

"Cumplir tus sueños en base a la violencia"

Estamos ante una serie de televisión surcoreana de suspenso y drama de supervivencia. Y se centra en un concurso en el que 456 jugadores, todos provenientes de diferentes ámbitos de la vida, pero todos profundamente endeudados, juegan a una serie de juegos infantiles misteriosos y enfermizos, con consecuencias fatales si pierden. Pero tienen la oportunidad de ganar una gran cantidad de dinero.

Una serie que ha dado mucho que hablar, a pesar de que no es tema novedoso su premisa. Ya vimos similares con "Maze Runner, "Los juegos del hambre", entre otras. Pero eso no es malo, repetir conceptos o formas no es un problemas, todo está en cómo se hace.

Acá, desde el primer capítulo, se comienza a transformar en un gusto algo macabro, porque arranca bien y engancha muy bien al espectador, quedándonos con la intriga de qué pasará más adelante, transformándose en adictiva, pues el ser humano disfruta con el dolor ajeno, ya que estamos ante un grupo de personas que sufren por el dinero. Están endeudados por su propia ambición, mala racha de la vida y/o malas desiciones, por lo que se ven enfrentados a aceptar participar en un concurso, que se basa en juegos infantiles con un tono mortal, es decir, si no cumples con las reglas y pierdes, eres eliminado literalmente: mueres.

Pero poseer ese cuantioso premio es más fuerte.

En cada capítulo disfrutamos con el terrible sufrimiento de estas casi 500 personas que ahí están, en una especie de reality show, donde en cada juego van cayendo muchos a la vez. Así vamos conociendo a nuestros protagonistas y a encariñarnos con ellos: al sujeto pobre que es un apostador compulsivo, a la chica que quiere sacar a su hermano del orfanato. Al arribista inteligente, que se farreó esa inteligencia en negocios por su ambición desmedida. Al matón que le debe mucho dinero a un matón mayor, y salir de ahí sin dinero es una muerte segura. Al inmigrante Pakistaní, donde su inocencia y transparencia nos conmueve, donde representa mucho el abuso y explotación que algunos tienen contra los extranjeros en el país. A la mujer habladora que es cansadora escucharla, y que sus deudas la llevan a ese lugar. A la chica que no tiene a nadie, que siente que estar ahí o en otro lado es lo mismo. Y el abuelito con demencia senil, que quiere hacer algo arriesgado antes de morir. Pero, ¿por qué empatizamos con ellos? 

Porque van evolucionando en cada capítulo. 

Ya no son solo los que iban por dinero "fácil", sino que se encontraron con algo diferente y con otros, tanto o más desesperados que ellos. Y sin dejar de lado la discusión con principios morales que la trama nos va provocando.

En cada capítulo, el ingenio, la fuerza, la unión, estrategia, y la lucha, prima mucho para pasar los obstáculos y sobrevivir, porque se pone a prueba hasta dónde puede llegar el ser humano para sobrevivir (ganar), no sabes qué puede pasar. 

En su estética, el director le dio su toque sádico y violento a estos juegos infantiles, lo cual funciona muy bien ya que provoca tensión y suspenso. Mantiene una muy buena fortografía, con una destacada paleta de colores la cual, si hilamos fino, (para buscar qué y cómo) se podría ver un por qué del tono verde de los concursantes y el fucsia casi rojo de los guardias, ya que la paleta de colores o conocido también como círculo cromático, ambos colores están enfrente, que se puede entender como confrontación (en moda es una buena combinación); además le agregamos una dirección de arte muy buena, con decorados, maquillaje, etc., sin dejar de mencionar que destacan ciertas escenas que nos pueden recordar grandes pinturas.

No estamos ante una obra de arte, no es lo mejor que se haya hecho, pero sí es una serie muy inteligente porque entretiene, lo sádico llama la atención, tiene una buena narrativa, con giros inesperados que te sorprenden. Veremos muchos dramas, ira, sorpresas, etc.

Nos sabe dar un espectáculo: ver gente con motivaciones, valores y antivalores, donde los pobres, y/o ambiciosos, serán la distracción de ricos y poderosos.

Buenas acuaciones y dirección.

En qué puedo reparar alguna falla, en su final, este fue algo débil que diluyó la adrenalina y emoción que ya llevábamos.  

Y que da paso para una segunda temporada.

*No olviden que es una serie para mayores de edad.

Disponible en Netflix.