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El Contador

Disponible en Netflix.

Escrita por Bill Dubuque y dirigida por Gavin O'Connor, “El Contador” es la historia de Christian Wolff -Ben Affleck-, un hombre tranquilo y obsesivo que atiende asuntos contables en una pequeña oficina de Plainfield, Illinois. Desde niño fue diferente. Sus padres lo notaron de inmediato. Nació con una condición autista. Es en extremo solitario, muy poco comunicativo y de fácil frustración, pero tiene habilidades mentales superiores. 

Chris se gana la vida como contador público, sin embargo sus verdaderos ingresos provienen de sus asesorías a organizaciones criminales reconocidamente peligrosas. Su increíble capacidad matemática -es un genio- le permite resolver asuntos que a otras personas pueden tomarle meses o años. Sus análisis y relaciones son precisos. Gracias a esa virtud ha logrado compatibilizar su solitaria vida personal con sus prósperos y lucrativos negocios.  

El punto de inflexión sucede cuando el director del FinCEN -The Financial Crimes Enforcement Network-, Ray King -J.K. Simmons- decide encontrar a este enigmático sujeto. Para conseguirlo recluta, chantaje de por medio, a la Analista Marybeth Medina -Cynthia Addai-Robinson-, para investigar quién es este personaje que aparece en tantas fotos con conocidos mafiosos y dónde se encuentra radicado. Paralelo a esto, Christian es contratado para ejecutar una auditoría en la empresa Living Robotics. La contadora interna Dana Cummings -Anna Kendrick-, ha detectado diferencias que el protagonista debe descifrar con sus meticulosos análisis. A partir de estos hechos, los acontecimientos se aceleran pues no solo son los números los que están en juego. Ahora la vida de Dana y Chris corre peligro. 

El guion de esta cinta resulta atractivo. No hay espacio para aburrirse porque la narración es ágil. Vamos conociendo aspectos que han moldeado la personalidad de Chris. Observamos sus sufrimientos desde pequeño y también la resiliencia que le ha llevado a su situación actual. Consciente de sus limitaciones al verse expuesto a sobrecargas sensoriales y emocionales, entrena a diario su resistencia con música a todo volumen y luces intermitentes. Asimismo, el entrenamiento extremo en Artes Marciales que su padre le exigió junto a su hermano Braxton es importante. Así vamos descubriendo a la persona que hay detrás de Christian Wolff, sus miedos, temores y motivaciones.  

La película recurre a escenas que se repiten cada ciertos momentos, desde diferentes ángulos. Son hechos importantes a los que les vamos encontrando sentido en la medida que conocemos un poco más de la historia. El thriller se va complicando con un mayor número de aristas pero no deja de lado la historia medular. La retoma constantemente, tal como lo hace con la canción infantil "Solomon Grundy”. 

Muy buen trabajo de Ben Affleck como protagonista. Su interpretación es creíble. Transmite lo que siente internamente, con miradas, diálogos cortos, precisos y una emoción contenida que queda en la retina. El elenco que lo acompaña es sólido y todos destacan en sus respectivos roles, en especial J.K. Simmons, Anna Kendrick y Jon Bernthal. 

“The Accountant” entretiene de comienzo a fin. La historia captura y su final es abierto. ¿Una secuela o una serie? Algo de aquello podría darse y sería interesante ya que Christian Wolff es un personaje que aun podría tener muchísimo desarrollo. No solo es una visión distinta de la condición autista sino que también es una oportunidad para que a través de una ficción, se ponga de relieve que, independiente de los entornos y las diferencias propias de los seres humanos, la personalidad se moldea de acuerdo a la propia experiencia de vida. Y nuestro protagonista, por cierto, tiene mucho más que una doble vida.