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Emma

“Deja que el amor fluya”. 

Emma es una novela cómica escrita por Jane Austen, sobre los peligros de malinterpretar el romance. 

El personaje principal, Emma Woodhouse, la describe como "hermosa, lista y rica" pero también es bastante mimada. Antes de comenzar la novela, Austen escribió: "Voy a elegir una heroína que, excepto a mí, no gustará mucho". 

Leer esta novela es muy atractiva por sus personajes y sus relaciones, por sus cómicas situaciones, pero también por la profundidad que encierran muchas de ellas. 

En cuanto a la película, siempre es un agrado ver alguna adaptación de Jane Austen y, en este caso, ya hemos visto otras “Emmitas” de esta obra: Gwyneth Paltrow, Kate Beckinsale y la ultramoderna Alicia Silverstone. 

Esta versión nos trae la nueva gama de actores jóvenes que están haciendo ruido hoy en día, siendo acompañados por grandes veteranos de la pantalla. Me entretuvo, pero no pudo lograr encantarme al máximo. 

Emma es una adolecente de muy buena situación económica, que vive sola con su padre hipocondriaco. Su hermana mayor ya se casó y vive en otro lugar. Así es que Emma, en su aburrimiento de niña mimada ociosa, le gusta hacerlas de “casamentera”, pero bajo su criterio, es decir, disfruta de la manipulación, como si se tratase de un juego, sin respetar los sentimientos de otros, incluso inventando sentimientos en las personas, creando por ahí, uno que otro lío que veremos en la trama. 

A pesar de que todos los actores y actrices desarrollaron bien sus roles, su guion fue plano y una historia desarrollada a medias. Las partes graciosas, si bien es cierto, están bien escritas y son sutiles, están mal distribuidas. Y hay partes donde justamente se necesitaba un poco de humor o sarcasmo, no lo hay. 

Destaco al magnífico Bill Nighy, quien no pierde su encanto y acá su parte cómica es destacable, y Anya Taylor-Joy como Emma, que está dentro de sus mejores actuaciones, con picardía y ligereza. 

Y como toda heroína de Austen, su protagonista femenina es alguien adelantada a su época, cuya meta no es casarse ni hacer feliz a un hombre porque sí, sino que, principalmente, hacerse visible por mérito propio, cosa que demuestra en esta cinta nuestra Emma. 

En cuanto al diseño de producción, resalto esa opulencia y artificialidad con que se vivía en una sociedad de muchas pretensiones. Estéticamente la película es hermosa, con una paleta de colores vivaz, sus peinados y maquillaje muy acordes a la época. Y en cuanto al vestuario, es bello, pero en lo personal no sé por qué no me impresionó. 

Y a pesar de que la película mantiene su toque cómico/ridículo adecuado, es amena para ver, pero pudo haber sido mejor. 

Disponible en HBO Go.