OpiniĆ³n / Editorial

El valor de encontrarnos con el Papa

“Nada es gratis en la vida”. Esa frase de uso habitual, que poco tiene que ver con la visión cristiana de la vida, es símbolo del modo mercantil y utilitario con que la sociedad de consumo pretende dominar la vida y la cultura.

Dios y su amor son gratuitos, pero no superfluos. La gracia divina no exige ni pide nada a cambio, ni siquiera nuestros méritos. Nuestra respuesta –por su parte- es siempre libre y Dios respeta la libertad con que nos ha creado. Dejarse amar por un Dios que es del todo gratuito es motivo de inmenso bien para cada uno de nosotros: ¡es camino de humanidad!

Así como es gratuito el amor de Dios, igual de gratuito es el servicio y el acompañamiento pastoral y espiritual a las personas. Más aún, el Evangelio nos pide una opción preferencial por los pobres y sencillos.

Cada cierto tiempo, situaciones que parecen contradictorias con esta condición de gratuidad pastoral nos cuestionan y nos interpelan como Iglesia. Por estos días, algunas personas han expresado su impacto por las cifras que se han dado a conocer respecto del costo económico que significa hacer posible la participación de la mayor cantidad de personas durante la visita pastoral del Papa Francisco. Porque de esto, en realidad, se trata: de posibilitar de manera digna que todos los que deseen se encuentren con el Papa Francisco, en cuanto representante de Cristo; no de reunir dinero para el Papa.

Al contemplar las necesidades de los más desamparados, hasta una salida al cine o un  almuerzo familiar podría ser considerado ofensivo. Por cierto, mucho más cuestiona cuando las cifras son elevadas. Pero una pregunta de fondo, que nos puede ayudar a discernir, es cuánto estamos dispuestos a dar, cada católico y católica, primero de nosotros mismos, de nuestro tiempo, talento y esfuerzo y también de dinero y otros recursos para ayudar, con sentido de co-responsabilidad, a preparar ambientes litúrgicos y celebrativos apropiados para que el que quiera se encuentre con el Mensajero de Cristo en ambiente festivo y fraterno. . ¡Chile lo necesita!

Solventar el costo económico del encuentro de tantos con el Papa de modo austero y digno, no significa que renunciemos a la opción evangélica por los pobres y sencillos. ¡Todo lo contrario! Cuántas políticas públicas en los últimos 30 años se han inspirado en una frase que Juan Pablo II pronunció en la CEPAL... Cuánto progreso cívico logró Chile a partir del mensaje del Papa en el Parque O’Higgins… No se trata solo de dar. Se trata de darnos… El tema no es el dinero para el Papa, sino de darnos para el progreso espiritual de Chile.

+ Santiago Silva Retamales
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile