Los pobres son tratados como basura, sin embargo, el Reino de Dios les pertenece y en ellos hay un poder salvador. Así escribe el Papa en su Mensaje para la Tercera Jornada Mundial dedicada a cuántos la sociedad de hoy juzga, descarta, trata con retórica y soporta. Es tarea de los cristianos sembrar entre ellos la esperanza y la confianza