El documento, que se hizo público en el marco de la Solemnidad de la Virgen del Carmen, Reina y Madre de Chile, invita a todo agente pastoral a encarnar un estilo marcado por valores profundamente evangélicos, como el buen trato, la justicia, la misericordia, la equidad, el servicio incansable a los pobres, marginados y vulnerables, las sanas relaciones interpersonales, la excelencia del servicio ofrecido y el resguardo del propio bienestar físico y emocional.