En el Año sacerdotal dos jóvenes diáconos de la Congregación de los Padres Salesianos, Juan Miguel Cárcamo Chamorro y Félix Levín Alvial, este último oriundo de Valdivia, fueron ordenados sacerdotes en la Catedral de Valdivia, de manos del Obispo diocesano Mons. Ignacio Ducasse, quien presidió la solemne eucaristía acompañado de miembros del clero valdiviano y religiosos salesianos provenientes de diversos puntos del país, encabezados por el Inspector Provincial de los Salesianos, P. Leonardo Santibáñez y rodeados de una numerosa asamblea que repletó el Templo catedralicio.

Durante la homilía Mons. Ignacio agradeció a Dios por el don del ministerio e instó a los ordenandos a ser imitadores de Jesús que, con el trasfondo del Evangelio que narra el lavado de los pies, se hace servidor de todos, amando a la humanidad hasta el extremo. "Juan Miguel y Félix en esta eucaristía quisiera incentivarles a apostar cada vez más la propia vida a la del Señor y Maestro, y animarles en su seguimiento y configuración con Jesús buen pastor”. Ser ordenados en Tiempos de Misión y en el Año Sacerdotal, -destacó Mons. Ignacio-, es una gracia y un desafío. “Una gracia porque durante el año habrá muchas iniciativas que invitarán a mirar la fidelidad de Cristo sacerdote y la fidelidad de tantos sacerdotes, diocesanos y religiosos, que les han precedido en el ministerio y que se levantan como ejemplo de buenos pastores que han hecho de sus vidas un oficio de amor. Es un desafío pues la misión es urgente y exige que ustedes sean los primeros evangelizadores, urgidos a construir la fisonomía sacerdotal como imagen de Cristo buen pastor".

"palabras llenas de agradecimiento de un recién nacido sacerdote".

Así tituló Félix las palabras que dirigió a la Comunidad, agradeciendo a sus padres, Elena y Carlos, que celebraron esta Eucaristía desde la Iglesia Celestial. "Quién iba a pensar Señor, que desde el primer bezo de amor que se dieron, tú ya me estabas llamando… Si hoy día nazco como sacerdote es porque fui formado antes por profesores cristianos como ustedes; quién iba a pensar que en esas aulas de Picarte 840, tú ya me estabas llamando… -dijo a sus profesores del Instituto Salesiano en Valdivia-. Gracias, Señor, porque me formaste y me transformaste sacerdote. Gracias por llamarte a seguirte y por escuchar a tu Hijo, único Sacerdote. Quiero empeñar toda mi vida para gritarle al mundo entero que para vivir 'sólo Dios basta'", concluyó.

“palabras llenas de felicidad y gratitud”
Juan Miguel, por su parte, subrayó: "soy feliz y agradezco infinitamente la misericordia de Dios que puso la mirada en este su servidor para regalarle la hermosa misión de ser sacerdote. Soy feliz y agradezco con todo mi amor a mi familia que siempre me han apoyado en este camino vocacional. Soy feliz y agradezco a la santa madre Iglesia que en la Congregación Salesiana -hace 24 años- y llevado de la Virgen Auxiliadora me comenzó a mostrar un estilo de ser y hacer vida que llena completamente mi existencia”.

Así, Valdivia -bajo el signo de los nuevos sacerdotes saludados en el tradicional Paseo Libertad, al costado de la Catedral- dio gracias a Dios por estos nuevos sacerdotes que en el Año sacerdotal se alzan como un vivo testimonio del amor de Dios por su pueblo, "una fiesta de comunión eclesial para la congregación salesiana y para toda la Diócesis de Valdivia... con un repunte de vocaciones a nivel nacional que esperamos también tenga un rebrote por este lado", como subrayó Mons. Ignacio al término de la celebración.

Fuente: Comunicaciones Valdivia


Valdivia, 09-11-2009